Por Jorge Olmos (@george_olmos)

Hay un jugador genial en el bando de Harry Redknapp, que aparece y desaparece en los partidos, y ese es Luka Modric. El jugador croata se puede comparar, cuando llega su momento estelar, con Hugh Jackman o Christian Bale en “El truco final”. A continuación os presentamos al jugador Vatreni.

Luka Modric nació hace 26 años en Zadar, cuna de grandes estrellas del baloncesto. Su infancia se vio marcada por la guerra de los Balcanes y, sobre todo por la muerte de su abuelo a manos de los soldados serbios, lo que hizo que Luka y su familia se vieran obligados a huir de su pueblo Modrici (cerca de Zadar) cuando Luka tenía sólo 6 años de edad, y teniendo que vivir durante algún tiempo en el hotel Kolovare, uno de los mayores centros de refugiados de Zadar. Con este panorama el joven Luka comenzaba su andadura en el mundo de fútbol. Con el poco dinero que tenía su padre, Luka era inscrito en una de las escuelas locales cercanas a Zadar. Tras hacer unas pruebas con el Hadjuk Split, y ser rechazado por ser bajito, (igual que le ocurrió a otra estrell de la Premier League, David Silva, en el Real Madrid) entraba a formar parte de las categorías inferiores del Dinamo de Zagreb, a la edad de 17 años.

En sus primeras temporadas en el conjunto Plavi, fue de cesión en cesión para terminar volviendo a Zagreb. Aunque su primera temporada no fue lo que se puede decir buena. En el apartado goleador, no fue capaz de anotar ningún gol, pero su juego era cada vez mejor. Su visión le hizo ser un fijo en el equipo de la capital y en los esquemas de la selección croata sub-21, que dirigía Bilic. Al año siguiente, Luka ganaba la liga y fue cuando se afianzó en la media punta. Tres años pasó en los "Plavi”. Su gran visión de juego, y su capacidad de liderazgo, hicieron que, tanto la selección croata, con la llegada al cargo de entrenador de Bilic, como los grandes europeos se fijaran en él. En su último partido en el Maksimir Stadium, con jugadores como Eduardo o Corluka, puso en pie a todos los aficionados. Sabían que el mago de los Balcanes hacía las maletas con dirección al norte de Londres. White Hart Lane le esperaba, pero antes su objetivo era la Eurocopa del 2008.





El menudo jugador firmó por el Tottenham de Juande Ramos por la nada despreciable cantidad de 16 millones de libras. Lo primero que hizo Luka fue escoger el numero 14 como homenaje a uno de sus jugadores favoritos, Johan Cruyff. Ya se había asentado en la selección croata de Slaven Bilic, y ahora le tocaba hacerlo en una liga que puede tanto tragarse a ídolos, como alzarlos, como es la Premier League. No tuvo un buen comienzo, ya que Juande Ramos decidió cambiarle de su posición habitual, le colocaba de mediocentro con Jermaine Jenas. Le tocaba defender y no generar fútbol. Afortunadamente para él, la historia de Juande Ramos duró poco en White Hart Lane. Harry Redknapp llegaba al cuadro Spur y tomó las primeras decisiones. Una de ellas fue colocar a Luka más adelantado, de enganche con los delanteros, lo que siempre había hecho en sus años en el Dinamo Zagreb. Este cambio se vería reflejado con su papel importante en aquel 26 de Octubre del 2008 contra el Arsenal, partido en el que Gunners y Spurs empataron a cuatro goles en el Emirates. Con la llegada del mercado invernal, los Spurs firmaron a otros dos delanteros y un mediocentro, lo que hizo que Modric, en vez de desaparecer de los esquemas de Harry, apareciera en el flanco izquierdo, con mucha más libertad, lo que ayudó al equipo y a él para crecer como jugador.





En la temporada 2009-10, que era la de su afianzamiento en el equipo Spur, no tuvo un gran comienzo, ya que una gran lesión le tuvo apartado de los terrenos de juego hasta finales del año 2009, en total cuatro meses. Su vuelta al equipo fue maravillosa. La “victima” fue el West Ham. Un derbi, otra vez, y el croata contribuyó en la victoria con un gol justo con la pierna en la que se había dañado meses atrás. Su gran papel hizo que en esa temporada los Spurs de Harry Redknapp se clasificaran para la Champions League, después de muchas temporadas persiguiendo ese objetivo. Su buen hacer hizo que Daniel Levy le ofreciera la renovación, que le uniría hasta el 2016 con el cuadro Spur. La siguiente temporada se vió un Modric más asentado. Volvió el fantasma de las lesiones musculares, pero resistió, y siguió dando lecciones, lo que le llevó a ser nombrado por los aficionados spurs como el mejor de la temporada 2010/11.

El comienzo de esta temporada vino marcado por un verano un poco convulso para Modric, y es que las grandes fortunas de la Premier, como Chelsea o Man. Utd., han llamado a su puerta. Cuando parecía que se iría, todo se paralizó, lo que hizo que Luka se negara a jugar contra el Man. Utd. llegando a decir que “mi cabeza no estaba en el lugar correcto”. Pero Daniel Levy y Harry Redknapp decidieron no forzar esa salida para no debilitar al equipo. El mago croata volvió a la disciplina spur. Se dice que, con la renovación, le prometieron que si llegaba una oferta de un gran club le dejarían marchar, de ahí el estado de rebeldía de Modric y el Transfer Request firmado que de nada le sirvió. Así que, después de estas noticias, comenzó la temporada para Modric, en la que las esperanzas están puestas en volver a la Liga de Campeones y en guiar a su selección lo mejor posible en la Eurocopa de Ucrania y Polonia.