The Lads: Entrevista a Xabi Alonso en Jot Down

by - septiembre 06, 2012



Hace unos meses en la revista Jot Down en edición de papel entrevistaron a Xabi Alonso. Desde Esto es Anfield hemos transcrito a continuación las preguntas que se refieren a nuestro equipo y que creemos que son interesantes compartirlas con todos vosotros. La entrevista la realizó Iñigo Gurruchaga, autor de un buen libro de fútbol titulado "Scunthorpe hasta la muerte", que narra la historia del jugador español Alex Calvo en el fútbol inglés.

Xabi Alonso: “Entraba en Anfield y me decía “Estoy en casa”



En lo referente a nuestro club, la primera pregunta no podía ir en la dirección hacia el Bósforo y aquel 25 de Mayo del 2005 en el estadio de Atatuk.

Otro partido en el que estuviste sometido a mucha presión fue la primera parte de la final de la Liga de Campeones, que ganas con el Liverpool en Estambul.

Entonces entra Didi Hamman, que es un personaje de los que describía como centrocampistas similares, pero que pueden cambiar un partido.

¿Se había equivocado Rafa Benítez en el planteamiento?

No funcionó y nosotros tampoco individualmente. Y la entrada de Didi… tenía todo el oficio, era un jugador muy táctico, sabía qué hacer en cada momento. Transmitió seguridad a quienes estábamos en su alrededor, que éramos novatos. Gerrard tendría 24 años. Yo, veintidós. Esa figura jerárquica que nos transmitió poso y seguridad fue fundamental. Cambiamos el esquema y pasamos a jugar con dos centrales y un libero, para marcar a los dos delanteros del Milán, eso también fue muy importante. Pero Didi, su inteligencia, porque era un jugador muy inteligente… nos transmitió eso, y la sensación de oficio, de veteranía. Cuando llegué a Liverpool, los dos jugadores de los que me dije que tenía que aprender fueron Didi Hamann y Sami Hyypia, ya veteranos. Sami era un profesional modélico, una persona modélica, siempre con un comportamiento impresionante. Didi era más zorro, un poco más gamberro, pero un veterano que siempre daba un buen rendimiento en el campo. Y en la final eso se ve.

Se habló del discurso “churchiliano” de Benítez en el descanso, pero Guillem Balagué cuenta en “A season on the Brink” que, en realidad, dibujó un planteamiento con doce jugadores.

Es verdad, Rafa cambió el sistema porque de cuatro defensas pasamos a cinco, y en la pizarra al final había doce. Acertó de pleno en los cambios, pero vimos la pizarra y dijimos “oye, Rafa, ahí sobra uno”.

Llegas a Liverpool desde la Real y desde tu ciudad ¿Fue un choque? 

No. Fui con ganas de ser una esponja y encajar bien, que es fundamental. Con los de casa también, Carra, Gerrard, me recibieron muy bien, creo que caí bien en el club y poco a poco fuimos conociéndonos más. Eso te hace sentirte arropado y a gusto. Llegaba de la Real a Anfield y aluciné, flipaba: “Esto no puede ser”. No había vivido las cosas así. Si no juegas también influye, pero empecé jugando. Fue más emocionante que dificultoso. Acabamos la primera temporada ganando la Champions y en el camino hubo grandes noches. Me acuerdo que aquel primer año el aita (padre en vasco), que no conocía aquello, vino al primer partido de Champions; ganamos 2-0 al Mónaco, llegamos a casa y de las pocas cosas que dice, que no es muy así “Xabi, has venido a un muy buen club”. Que el aita me dijera eso fue suficiente para que yo pensase “bueno, vamos a ver qué tal”.

¿Por qué creyó tu padre que el Liverpool era un buen club?

Por el ambiente y por el trato de los trabajadores del club, del que da las entradas o facilitar el acceso. Le pareció que la atención y el aprecio se centraba en las cosas serias, en que la gente nueva esté a gusto. También estaban en ese momento Ayestarán, Ochotorena, Paco Herrera, Rafa que le gustaban, le transmitían buenas sensaciones.

¿Y la ciudad y los aficionados?

Es la ciudad perfecta para jugar al fútbol, tienes un respeto total. El apoyo es incondicional. Y Anfield es una gozada. Entraba en Anfield y me decía “Estoy en casa”, sentía ese olor…



¿Te costó adaptarte al estilo de juego de la Premier?

Un poco sí. El box to box y tal. Pero tenía que adaptarme porque algunos equipos lo hacían. Vas a Blackburn, a Bolton, y si no eres capaz de confrontar ese juego son muy fuertes en ese estilo. El contacto era también muy diferente, pero me gustaba. Si tenía que ir fuerte, iba fuerte. Y si tenía que recibir fuerte, recibía fuerte, pero es una parte del futbol británico que a mi me gustaba ver y me gustaba sentir. Lo prefiero; en España te tocan, te tiras y pitan falta. Prefiero aquello, lo disfruté más que sufrirlo.

Una amiga, hincha del Liverpool, me dijo maravillada, que cuando te lesionó Lampard intentaste seguir.

¡Jugué cinco minutos y tenia las tibias rotas!

Ganasteis la Liga de Campeones de una manera un tanto extraña.

En la Premier quedamos quintos. Hicimos una mala liga. Ganamos la Champions, pero quizá había equipos mejores. Es lo que tiene el fútbol.

Luego formas parte de un equipo extraordinario, de pareja con Mascherano en el centro del campo.

Era muy bueno. Teníamos mucho equilibrio. Éramos equipo, equipo. Lo que te decía antes: teníamos las piezas muy bien encajadas. La asociación de Torres y Gerrard era que se miraban y se amaban entre ellos, jugaban el uno para el otro y todo encajaba muy bien. Carragher con Agger o Skrtel. Álvaro por la derecha también daba mucha solidez. Kuyt por banda derecha marcaba goles, trabajaba. Teníamos un gran equipo. Y Pepe en la portería. Llegábamos y la gente confiaba, el equipo iba a ganar en casa. Fue un año para ganar la Premier y por empates tontos en casa se nos escapó. Pero la tuvimos muy cerca. El Manchester United también era un equipo muy bueno. Peleamos y nos quedó esa pena. Tengo el “unfinished business” (asunto sin terminar) en Liverpool, no haber podido cuando teníamos equipo para aspirar.

Imponíais velocidad de combinación  que desestabiliza al rival.

Éramos muy directos y muy pragmáticos en la defensa y en ataque era todo muy dinámico, muy coordinado. Entrenábamos muy bien. Ganamos en Old Trafford, en Stamford Bridge, en casa también. Dos años seguidos llegamos tres o cuatro equipos ingleses a semifinales de la Champions. Y nos quedó la pena, la pena… fue complicado salir de allí, creo que también era el momento, sentía la necesidad de cambiar de aires. A pesar de que tenia un buen feeling con el equipo, seguridad en el equipo.

¿Te explico Benítez por qué quiso desmantelar el equipo al final de esa temporada?

Realmente fue la anterior. Me dijo que quería fichar a otro jugador inglés por una regla de la federación. Cuando me lo planteó le dije “Rafa, esto es fútbol profesional, no me voy a echar a llorar; se tiene que aceptar y lo acepto”. Al año siguiente le dije “Rafa, me quiero marchar” y se alargó desde el principio del verano hasta Agosto. Así le das poco margen de maniobra al Liverpool para hacer otros fichajes y equilibrar la plantilla de otra manera. Por eso fue mucho más complicado y traumático de lo que nos hubiera gustado a todos. Tengo la pena de no haber podido salir mejor pero bueno, así son las cosas.

Hubo aquella polémica por tu renuncia a jugar un partido de la Liga de Campeones para estar presente en el nacimiento de tu primer hijo.

Antes de tomar la decisión le di muchas vueltas, no era un partido cualquiera, íbamos a San Siro en cuartos de final de la Champions League, nos jugábamos muchísimo. Pero hay cosas que te salen de dentro, y en ese momento quise estar con mi mujer en el nacimiento de nuestro primer hijo. Una vez que lo decidí, cuando pensaba más me convencía de que había tomado la decisión correcta, y con el tiempo me he reafirmado. Comentándolo con Carragher que él hizo lo contrario me decía que creía que su mujer aún no le había perdonado. Creí que era un momento mucho más especial que el partido, pese a la importancia que tenía.

¿Cómo viviste el nacimiento de tu primer hijo?

Es difícil expresarlo con palabras. Hay un vínculo que no existe y, cuando lo ves, ese vínculo ya está creado, sin haber tenido ningún tipo de contacto. No había vivido hasta ese momento tales sentimientos y emociones. Y a partir de entonces tu prioridad y responsabilidad ya no eres tú, hay alguien que depende de ti y eso te hace pasar a otro estado. Creo que no me hubiese perdonado a mi mismo perderme el nacimiento. Afortunadamente estuve allí. Pero no hubo represalia de ni castigos ni nada, hubo más cotilleos en la prensa que otra cosa.

O sea que Benítez quiso venderte por un asunto de reglas.

Una regla que dice que debes tener un número determinado de jugadores ingleses para la plantilla o no sé qué. Nunca lo entendí realmente y me dije que, puesto que para financiar la operación yo era el jugador que vendía, esto es fútbol, no es el fin del mundo, pero ya sé donde estás tú y donde estoy yo. Hubo interés de la Juventus, del Arsenal, al final no se hizo nada. Iba a seguir otra temporada pero ya no era lo mismo. Tenía eso en mi cabeza, a pesar de jugar muy bien ese año. La decisión no estaba tomada porque tiene que venir un club, y en este caso vino el Madrid. Se acaba mi tiempo allí con el mismo entrenador. Ya no me apetecía. Pero se alargó y tuve que presentar una transfer request. Ha sido la decisión más difícil que he tomado porque yo vivía y sentía el Liverpool, me dio mucho. Fue duro, no era traicionarme a mi mismo, pero me hubiera gustado hacer más. No me quejo, aprecio muchísimo a la gente de allí y recibo su cariño, pero me fui con… ”que pena, que pena no hemos podido conseguir…”.

El unfinished business.

Joder, son cinco años fantásticos y ganamos la Champions, pero tengo el unfinished business de no haber podido ganar la Premier que allí era tan anhelada como otra Champions.

Hasta aquí las preguntas referentes al Liverpool, os recomendamos si podéis haceros con al revista de Jot Down. Damos las gracias a Xabi Alonso, Iñigo Gurruchaga y Lupe por el gran trabajo.

Fotos realizadas por Lupe

Para conseguir la revista Jot Down en el siguiente link



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