A Liverbird upton my chest
Bersuit Vergarabat es uno de esos tantos grupos de pop-rock argentinos de finales de los noventa con un tema futbolero en su 'playlist'. Esa es la única razón de que dicha banda encabece este texto y pueda ir unido con el Liverpool FC. 'Toco y me voy' se llama el tema y en su estribillo tras la frase que da título a la canción añaden un pegadizo verso que dice así de sencillo y profundo: "la camiseta es como un dios". Lo que por mi parte sólo queda completar con un categórico "amén".
Por Jesús Ruiz (@jruiz8888)
Y todo viene a colación del intercambio de camisetas que vimos al descanso del partido en Stamford Bridge entre los jugadores del Liverpool y el Chelsea, Mamadou Sakho y Samuel Eto'o además de Coutinho y Oscar.
Es más que habitual que los futbolistas
cambien sus zamarras al finalizar un partido. Incluso ese detalle puede verse
como un gesto de deportividad y nobleza entre los contendientes o se toma con
más naturalidad si son los miembros del típico equipo muy humilde los que
aprovechan posiblemente su única oportunidad (en alguna eliminatoria copera) de
tener enfrente a grandes y consagrados futbolistas. Pero mucho menos insigne es
que este hecho suceda tras terminar la primera mitad de un choque. O al menos
así lo sienten muchos aficionados. Y muchos aficionados del Liverpool FC.
No es un tema que obligue a estigmatizar
a ningún futbolista ni tampoco es para rasgarse enteras las vestiduras reds,
pero sí que denota varias cosas que a cualquier seguidor de cualquier equipo y,
sobre todo, a bastantes fieles del Liverpool no les ha caído nada bien.
Primero, porque cualquier
futbolista, con esa acción, parece más pendiente de conseguir la preciada
camiseta de un compañero que del propio devenir del choque. Más aún si ese
partido es de tal intensidad como lo estaba siendo este y como suelen serlo siempre
(y más en los últimos tiempos) los duelos entre blues y reds.
Más inri tiene la situación si te
vas perdiendo para vestuarios como lo hacían en ese momento los futbolistas del
Liverpool ante el Chelsea y, en vez de mostrarte apesadumbrado por ello, le pidas la camiseta
al 'enemigo' que acaba de marcarte un gol.
Segundo, por una simple razón de
respeto. De representar con esa camiseta a muchos seguidores (o al club que te
paga) que sabes que no van a ver con buenos ojos que concedas tu camiseta al
descanso cuando, además, puedes esperarte unos segundos y hacerlo en la entrada
del vestuario donde ninguna cámara te enfoque y nadie te vea. Vamos, más que
cuestión de respeto, en este caso, es incluso de inteligencia.
Quizá todo esto sea cuestión del
fútbol moderno. Como casi todo lo malo que rodea a este deporte (la modernidad
tiene alguna que otra ventaja y mucha pérdida de valores). Porque si algo tiene
el Liverpool, aparte de los éxitos deportivos, son unos valores que quedan
englobados en el famoso 'Liverpool way'.
Mucho se ha debatido entorno a
qué entra en ese 'Liverpool way' y cuáles son las principales doctrinas y, casi
nadie, puede englobarlas todas, aunque sí descartar las que no deberían
permitirse. Una de ellas sin duda sería este presente tema de la camiseta.
¿Imagináis a algunas de las grandes
leyendas del club cambiando sus camisas al descanso de un partido en Stamford
Bridge? No ¿Qué le diría Shankly a Shako tras saber que millones de
espectadores le han visto cambiar la camiseta en el primer tiempo? Pues no es
difícil de imaginar si además recordamos
como le espetó a un Tommy "Iron" Smith dolorido y quejoso de su rodilla aquello de
"Quítate ese vendaje. Y esa no es tu rodilla, es la rodilla del
Liverpool".
Alguien debería haberle enseñado
al defensa francés, a Coutinho y a cualquiera que disfrute del privilegio de
vestir la camiseta del Liverpool que hay cosas que no se pueden hacer y gestos
que estás obligado a realizar. Pero, tal vez y por desgracia, todo eso sea cosa
ya del pasado. Basta con ver tras el encuentro a Brendan Rodgers ser preguntado
por ello y dejando una de cal y una de arena: "No me gusta, hablaré con él"
y cuando otro periodista le dice que, además de Sakho, también Coutinho lo ha
hecho, el entrenador, entre risas de los presentes, se marcha apurado de la
sala de prensa en una irónica carrera.
No hace falta crear un tribunal
de la inquisición por ello (peores cosas han pasado y pasarán) pero todo lo
negativo que tiene el tema se vuelve en positivo si al menos sigue habiendo un
aficionado red que está alerta y le da su justa importancia. Porque, evidentemente,
el ya famoso intercambio no es cuestión vital ni trascendental, pero como decía
el propio Shankly en su famosa cita: "el fútbol no es cuestión de vida o
muerte, es mucho más que eso". Y que cada uno saque sus conclusiones.
El 'Liverpool way' puede ser
perder en Stamford Bridge, incluso con un arbitraje lamentable y haciendo un
mal partido. El 'Liverpool' way' es el rebrinque de Lucas Leiva tras la
durísima entrada de su compatriota Oscar (con el que Coutinho cambio la camiseta
en los primeros cuarenta y cinco minutos) y tras el final del partido verle en
televisión dándole un abrazo y la enhorabuena por la victoria. El 'Liverpool
way' será siempre llevar con honor, respeto y orgullo "a Liverbird upton
my chest".