Liverpool Rewinds: La Segunda Copa de Europa

by - mayo 10, 2013



“El toque del Rey Midas”





Wembley se vistió de gala para que el Liverpool ganara por segunda vez consecutiva la Copa de Europa. De la mano de Bob Paisley llegaba otro titulo a las vitrinas reds. El rival duro, los belgas del Brujas y dos grandes en los banquillos. La salida de Kevin Keegan camino de Hamburgo hacía que los supporters estuvieran preocupados pero todos los malos augurios pasaron al cajón con un escocés que llegó y venció.


Por George Olmos (@george_olmos)

El Liverpool llegaba a esta final con el mal sabor de boca de haber acabado segundo tras el Nottingham Forest de Brian Clough en la Liga y Copa de la Liga. Su rival, el Brujas belga del austriaco Ernst Happel, un equipo que ya se había enfrentado a los Reds en la final de la Copa de la UEFA del 76, llegaba tras haber eliminado en cuartos de final a uno de los gallitos, el Atlético de Madrid y en semifinales a la Juventus de Roberto Bettega, por su parte el Liverpool no tuvo un camino fácil tras eliminar al Benfica, con aquel 4-1 en Anfield. En semifinales se reencontró con unos viejos conocidos, su rival en la final de la Copa de Europa del anterior año, el Borussia Monchengladbach se volvía a cruzar en el camino red, pero los hombres de Paisley ganaban gracias a un gol de David Johnson en el Rheinstadion de Dusseldorf. Aquel día en el que Ian Callaghan jugaba su último partido como profesional. En la vuelta un 3-0 daba la vuelta a la eliminatoria y el pase a una final en territorio inglés. Wembley esperaba.
David Fairclough fue un puñal cayendo a la band.

En una noche cálida en la capital de Gran Bretaña 92.000 aficionados vieron como el Liverpool se imponía por segunda vez consecutiva. La primera parte y la segunda parte dieron muestras de lo bien preparados que estaban los dos conjuntos. Ernst Happel y Paisley eran dos grandes estrategas y  lo reafirmaron aquella noche. Tal y como iba transcurriendo el partido se vio que sería un partido de paciencia, de irlo madurando poco a poco. Los reds lo intentaban una y otra vez con incursiones por banda de Jimmy Case y que alguna que otra gran jugada de David Fairclough cayendo en la banda que hacía que los medios llegaran con gran peligro, pero ahí emergió la figura del gran portero danés Birger Jensen, que una y otra vez paraba las acometidas de los reds. La parada en una falta al borde del área a Jimmy Case fue antológica, no había noticias de Ray Clemence que tuvo poco trabajo, ya que hasta el principio de la segunda parte los belgas no se desperezaron del gran partido que estaba haciendo los hombres de Paisley. El dominio de principio a fin fue de los reds. La figura de Kevin Keegan todavía pesaba, pero entonces cogió los galones Dalglish que empezó a maquinar en su cabeza jugadas maravillosas. En una de ellas su pase dejó solo a Graeme Souness que encaró la portería belga pero otra vez la figura de Jensen se imponía y desbarataba la gran jugada. Entonces llegó un cambio significativo, Jimmy Case con tarjeta y con un gran cansancio dejó su puesto a Heighway, el irlandés se colocó en su posición original en banda, bien pegado para abrir el campo y..... 


Aquel toque que maravilló al mundo, sólo un Rey podría hacerlo, King Kenny.

Entonces llegó la maravilla de Dalglish, a pocos minutos para el final de escocés a escocés Souness le enviaba un balón al lateral del área al gran Dalglish que ante la salida de Jensen picaba el balón y el esférico dando gracias por ese sutil toque besaba las mallas del Wembley, quedaban 26 minutos. Podía parecer que los belgas se volverían locos a atacar, pero entonces el medio campo red comandado por Souness les paró los pies, sólo dos veces llegaron a las inmediaciones del marco de Ray Clemence y la más peligrosa una mala cesión de Hughes, el balón le llegó a Decubber que disparaba y bajo los palos aparecía la figura de Phil Thompson que desbarataba el empate que hubiera sido demasiado premio para los belgas ante su partido. 



El partido terminó, aunque para los dos técnicos no terminó ya que se lanzaron algunos que otros comentarios sobre cómo habían jugado esa final; “Se necesitan dos equipos para jugar un encuentro” dijo Paisley. y Happel no se quedó atrás;“El Liverpool parecía sólo una sombra del equipo que jugó contra nosotros en aquella UEFA de hace dos temporadas”, pero por mucho que tuvieran que echarse en cara no podrían parar las escenas de júbilo. Esta vez fueron mayores las celebraciones ya que gran parte del estadio era red, lo que hizo que esa comunión publico-equipo fuera maravillosa. Emilyn Hughes subía los escalones que llevaban hasta el trofeo. Cuando has ganado una final de la Copa de Europa no pesan en las piernas, y se suben con una sonrisa. Levantaba al cielo de Londres la segunda Copa de Europa consecutiva. El héroe de la final fue Dalglish, pero el jugador del partido fue otro escocés Graeme Souness

FICHA DEL PARTIDO: 

10 de Mayo de 1978

LIVERPOOL 1-0 BRUJAS

LIVERPOOL: Clemence; Neal, Thompson, Hansen, Hughes, Case (Heighway 63), McDermott, Souness, Ray Kennedy, Dalglish, Fairclough.

Manager: Bob Paisley

FC BRUJAS: Jensen; Bastijns, Leekens, Krieger, Maes (Volders 70); Cools, Van der Eycken, Ku (Sanders 60), De Cubber; Simoen, Sorensen.

Manager: Ernst Happel

ARBITRO: Sr. Charles Corver (Holanda)

GOLES:
1-0 Dalglish 65'

Estadio: Wembley (Londres), 92.000 espectadores




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