From The Pub: Hablando de Brendan Rodgers.

by - diciembre 16, 2014


Hablando de Brendan Rodgers.



Mucha controversia estos días con los planes de Brendan Rodgers, la gente se pregunta si este proyecto tiene futuro o no, la derrota ante el United dolió, todos tienen su pensamiento, así que pasemos al calor del pub, que hace frío en la calle, veamos que opinan nuestros redactores.

Cambiar la dinámica, se puede y se debe.

Por George Olmos (@george_olmos)

¿Tiene Rodgers la clave para darle la vuelta a esto? Pienso que el año pasado el Liverpool llegó demasiado pronto a luchar al titulo, además hay que sumar que hicimos un “Gareth Bale”, es decir se invirtió mal el dinero conseguido por la venta de un valor como era Luis Suárez, hay que sumar que el Liverpool ha dejado de tener 50 goles que tenía el año pasado con Suárez y Sturridge. En lo que se podía marcar 50 goles y recibir otros 30, en su debe es que no ha sabido corregir está sangría, el equipo sufre demasiado en el centro, ya que por ejemplo Gerrard tuvo que bajar su posición cuando Lucas Leiva se lesionó de gravedad, lo que hizo que hayamos perdido aquel ¡punch¡, que ahora parece que el norirlandés busca en nuestro capitán y que sabemos que no volverá..

Creo que está en un estado de nerviosismo, algo que no le hace estar con la templanza necesaria, sólo hay que ver el cambio en el marco ayer y la alineación, pero no sólo se debe apuntar al técnico, los jugadores tienen parte de su culpa, hay fichajes que no han dado el do de pecho y algunos el liverbird se les queda grande, pero ahí no es culpa de ellos, sino de quienes les ficha, el comité que decide es el que no es necesario, no se puede llegar a los sueldos de United o City, pero no podemos ser un grande y actuar como un pequeño.



¿Cómo podría revertir esto?

Para mí me la jugaba con los jugadores de la Academy, no creo que Rossiter, McLaughlin, Lloyd Jones, Chirivella o Harry Wilson sean menos buenos que algunos que ayer no estuvieron a la altura, le pondrán más ganas y mucho.

Yo no cambiaba de técnico, no se debe, se termina la temporada, duele escribir esto en un mes de Diciembre, de la manera más honrosa y en verano a pensar en otra cosa, a la vez.

¿Le queda crédito a Brendan Rodgers?

Por Joxe María Zabala (@OneClubMan)

Las constantes vitales de este Liverpool son muy preocupantes y los resultados negativos de esta última semana, no han hecho más que acrecentar los síntomas negativos.

El equipo genera dudas en todas sus líneas, y el cuerpo técnico no da con la tecla en ninguna de ellas.  

Simón Mignolet guardameta fichado por este cuerpo técnico, es uno de los damnificados de estos últimos resultados, el técnico ha decido señalarlo relegándolo a la suplencia. La portería es un puesto clave y este tipo de dudas sobre los guardametas no hace más que generar inseguridad, en un puesto  donde la seguridad y la plena confianza son vitales. 

En la defensa, este cuerpo técnico a utilizado en lo que va de temporada un total de ocho jugadores (Lovren, Toure, Skrtel, Sakho, Moreno, Manquillo, Johnson y José Enrique) ni con los centrales ni con los laterales ha logrado completar una defensa tipo. Las combinaciones han sido múltiples y variadas pero ninguna de ellas ha dado signos de garantías ni de seguridad. Las cifras de goles en contra así lo acreditan.

En lo que al centro del campo respecta, los recientes fichajes de esta temporada han dado a este Liverpool una variedad de jugadores muy diversa, jugadores creativos como Lallana, Markovic, Coutinho, Sterling, Gerrard... Y jugadores de contención como Lucas, Can, Allen, Henderson...



En lo que va de temporada Rodgers ha utilizado un sin fin de combinaciones al igual que en la defensa, pero ninguna de ellas le ha aportado ese equilibrio entre defensa y ataque que un centro del campo necesita...

La parcela más esta defraudando sin ningún género de dudas es la delantera. La lesión de Sturridge y sus recaídas. El polémico y nada fructífero fichaje de Balotelli. La mala adaptación de Lambert al juego del Liverpool y la poca confianza de Rodgers en Borini, han conllevado que la aportación de los delanteros este siendo paupérrima. Un dato que hay que valorar es que todos los delanteros del actual Liverpool son jugadores fichados por este mismo cuerpo técnico...
  
Con todos estos datos, vemos que muchos de los problemas de este Liverpool vienen derivados de que el actual cuerpo técnico no ha logrado hacer un equipo competitivo. Se ha invertido mucho dinero en jugadores jóvenes, y salvo los casos de Coutinho y Sturridge todos los demás jugadores no han hecho más que devaluarse. 

    La cuestión es ¿Le queda crédito a Rodgers?

¿El actual propietario seguirá confiando en Rodgers para incorporar nuevos jugadores? ¿La plantilla con tantos cambios de esquema sigue creyendo en el técnico? ¿Fichando jugadores tan jóvenes puedes exigir resultados inmediatos? ¿La magnífica temporada del pasado año fue cosa solo de Suarez y Sturridge?


¡Que no estamos TAN mal!

Por Luis Gutiérrez (@Luis_JFT96)

Rodgers in. Rodgers out. Esa es la cuestión. Que el Liverpool tiene un problema gordo es más o menos conocido por todos. El doble diagnostico de ese problema también. Una de las causas de la calamitosa temporada del equipo rojo es heredada de las temporadas precedentes desde tiempos de Roy Hodgson y no es otra que la incapacidad para defender. Echando la vista atrás nos viene a la memoria la llamativa manera en la que Dalglish y Clarke organizaron la defensa cuando el equipo se enfrentaba a un corner o una falta lateral en contra. La estrategia era un tanto ridícula, a la par que poco efectiva, y consistía en que todos los defensas del Liverpool se ponían en fila y se agarraban de las manos para no perder la línea. Afortunadamente el experimento duró un par de jornadas, me imagino que ante la negativa de Kyrgiakos a participar de ese "baile". 



Esta dificultad para defender con ciertas garantías se ha visto agudizada desde que Rodgers cogió las riendas del club. No hace mucho leía una de las miles de estadísticas que inundan la información deportiva de hoy en día, que decía que al Liverpool de Rodgers le metían una media de un gol y medio por partido. Con una rémora así en contra no se puede competir... ¿o sí? Lo cierto es que la temporada pasada nos demostró que sí se puede competir, y nada menos que el torneo de la regularidad, no en una copa que te puedes llevar con suerte en los sorteos y pasando cada eliminatoria por penaties. Lo "único" que necesitas es marcar dos goles por partido, ¡son matemáticas! Y así llegamos a la segunda causa de nuestros males de esta temporada, la falta de eficacia en el área rival.


Este es sin duda el mayor problema de este equipo, precisamente porque en teoría es el punto fuerte de los equipos de Rodgers. Estamos acostumbrados a sufrir partidos anodinos en los que el Liverpool apenas consigue pisar el área rival, un cuento muy diferente al del año pasado y al de la segunda vuelta de hace dos temporadas. Además en las pocas ocasiones en las que se llega a la portería rival, el desacierto es la tónica habitual de los delanteros. La explicación a la falta de puntería es sencilla, entre Sturridge y Suárez perforaron la meta rival en 56 ocasiones en el ejercicio pasado, y ninguno de los dos está jugando con la roja en estos momentos. Además los refuerzos que han llegado para hacer menos dura la venta de Suárez no están respondiendo a las expectativas (en el caso de que alguien esperase algo de Balotelli). Sin embargo la falta de puntería no es el asunto que más me preocupa, el problema principal es que a los delanteros apenas les llegan balones en condiciones de ser jugados y rematados... o al menos así fue hasta el pasado domingo, cuando Lallana y Coutinho se pusieron por fin el traje de mediapunta y se dedicaron a dar una asistencia de gol tras otra, que los delanteros se dedicaron a desperdiciar. Siempre he dicho que hay derrotas que marcan el camino, y la de este domingo, pese a la calamidad del resultado, fue de esas.

Más que resultados: Sensaciones

Por Jesús Ruiz (@jruiz8888)


Ahora mismo, lo miremos por lo donde miremos, el rendimiento deportivo del Liverpool es desastroso. Da igual que echamos un vistazo a la tabla clasificatoria, a la eliminación de Champions o que observemos los malos, peores y desesperantes partidos que está haciendo el conjunto red. No es mala suerte (que la hay), ni problemas defensivos (algo que arrastramos desde la marcha de Rafa Benítez), ni las lesiones (en especial la de Sturridge que ha dejado un agujero negro en la parcela ofensiva) ni tan si quiera la ya manida y cierta excusa de "es que los fichajes no han funcionado". No, no es nada de eso, aunque todo, es cierto,  que ha influido. El problema ahora es que las sensaciones del equipo son muy malas. Se estuvo mal con Dalglish, también durante la primera temporada de Brendan Rodgers e incluso en algunos tramos de la etapa final de Benítez (por atenernos a los últimos años). Pero en estos momentos (puede que quizá demasiado influidos por la negatividad) volvemos a parecer acercarnos al abismo que nos rodeó en la breve pero funesta época del ahora seleccionador inglés, Roy Hodgson en el banquillo de Anfield. Y, además, los resultados parecen ir por el mismo camino.


¿Un nuevo capítulo?

Todos miran al banquillo cuando las cosas van mal en el fútbol. Eso ha pasado, pasa y pasará. ¿Una injusticia? Muy posiblemente. Así que miremos al resto de protagonistas. Primero, la plantilla. Está más que contrastada al venir de un año tan positivo como el anterior. Es un buen grupo. Jugadores veteranos (encabezados por Gerrard), una tropa de jóvenes que vienen pisando fuerte (los Henderson y Sterling), roles desde técnicos a trabajadores o carreras contrastadas a la par que otras por contrastar y unas nuevas incorporaciones a las que, nos guste o no, hay que darles tiempo para que se asienten. Esto último no debe cegarnos a la hora de asumir que hay jugadores que no van a cuajar y que algunos de los veteranos parece que cada día tienen menos hueco en la plantilla. Y, añadir, que el rendimiento de muchos está por debajo de lo esperado. Se han ganado casi todos (lo de Balotelli es otro tema aparte) la venia de esperarles. Miremos también a los dirigentes. El proyecto es bueno. Muy bueno incluso. La ampliación del estadio, el 'fair-play' financiero, los fichajes (el tema sueldos sigue siendo una rémora en ello), el dejar trabajar al técnico y, casi seguro, que si se puede traer algo 'BBB' (bueno, bonito y barato) en el mercado invernal, lo harán ¿Entonces? Pues esto es fútbol. No son matemáticas. Y aquí, entonces, se señala al entrenador.



Brendan tiene la confianza de la afición y se le perdonó un primer año irregular. Lógico en el inicio de un ciclo con cambios drásticos de filosofía. La duda ahora surge ante su capacidad para sacar este bache adelante y lo que puede hacer calificar al proyecto de fallido si el primer año es de toma de contacto, el segundo un éxito y en el tercero se vuelve a dar un paso atrás. Hay que dejarle trabajar hasta final de temporada y ahí decidir. De nada valdría traer a un nuevo entrenador (díganme uno en el mercado que esté disponible y de plena seguridad) y empezar a mitad de temporada de cero o de menos y pico. El propio Brendan (y la plantilla) será la que nos dará motivos para creer en este proyecto (la clave sería llegar a entrar en Champions League, lo que ahora es arduamente complicado) o si habrá que abrir un nuevo capítulo dentro de la imponente historia del Liverpool Football Club.


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