El próximo rival del Liverpool: Análisis del Villarreal por @ElCarrilDelOcho

by - abril 28, 2016


El Submarino amarillo. 




Por Javier Pérez (@ElCarrilDelOcho)


Javier Pérez, redactor en @garrinchaMGZ, nos analiza al siguiente paso para ir hacía Basilea, el Villarreal es un equipo difícil, no es muy conocido en las islas, por eso hemos pedido a Javier que nos dé luz al equipo de Marcelino, el yellow submarine no sólo está en el Aeropuerto John Lennon de Liverpool.


Quien no haya podido seguir la Liga BBVA esta temporada e intente descifrar el por qué del cuarto puesto del Villarreal se llevaría casi seguro a engaño. Si crees que Roberto Soldado se ha reencontrado con el gol, que Marcelino ha confiado su juego a los atacantes y que los laterales doblan alegremente a sus interiores, esto es un aviso de spoiler. El Villarreal ha cambiado. Este equipo es, por encima de todo eso, competitivo. Y con un modelo bastante más propio de su técnico que de su club.


El Submarino Amarillo está siendo un equipo que podríamos definir como rocoso para sus rivales. Desde que la temporada comenzara, su solidez defensiva ha sido su principal activo para ser competitivo en todas las competiciones que ha disputado, y así ha llegado a este punto de la temporada con la clasificación para Champions League muy cerca en la Liga y en semifinales de Europa League. Con un bloque bajo, encantado de entregar el balón a su rival, los de Marcelino han desarrollado una defensa posicional férrea y sin fisuras, que después la verticalidad de sus hombres de ataque ha hecho buena con goles puntuales pero suficientes. En esta faceta hay que destacar a su pareja de delanteros: Roberto Soldado y Cédric Bakambu. El primero, con sus toques y su capacidad de retener el esférico, ha sido el complemento perfecto del segundo, que es potencia y remate en estado puro. Con Denis Suárez y Samu Castillejo en las bandas, son el principal plan del equipo para perforar la red enemiga.


El ex citizen Denis Suárez es pura magia para los groguets

Dicho esto, no siempre la máquina funciona perfectamente engrasada, y cuando el rival es menos propositivo en su juego, el Villarreal tiene dificultades para crear peligro y defender el enemigo. Como se ha podido observar en sus últimos encuentros ligueros, los equipos que han optado por cerrar los espacios atrás y con balón ser igual de verticales que los castellonenses han sido los que peor versión del conjunto amarillo nos han ofrecido. Y no es que haya tenido su reflejo en un bajón defensivo, pues la portería seguía siendo un cerrojo que exigía mucho acierto para ser desbloqueado. Pero ante un equipo asentado en su propio campo, con dos laterales que en ataque no suman demasiado, se han encontrado en serios apuros para ser efectivos de cara a portería. Un debe que no siempre ha sido así, y que también está en gran medida relacionado con el pequeño bajón del equipo tras su victoria en Praga sellando la clasificación para semifinales.


Bakambu está siendo el gran descubrimiento de este Villarreal

Y no podríamos terminar este análisis del conjunto de Marcelino sin hablar de dos de sus hombres más importantes en el once. Los que junto con Soldado y el portero –que puede ser Asenjo o Aréola sin que el nivel se resienta- conforman la columna vertebral por la que se sostiene el equipo esta temporada. Son Víctor Ruíz y Bruno Soriano. El primero, defensa central, ha cuajado sin lugar a dudas la mejor temporada de su carrera, y se ha consolidado como central izquierdo del equipo gracias a su excelente elección de movimientos y esfuerzos. Coberturas, juego aéreo, reparto de espacios,… Favorecido por el plan de Marcelino, el catalán ha brillado con luz propia y ayudado al equipo partido tras partido. Y en cuanto a Bruno, no se puede decir otra cosa sobre él que es el mejor capitán que el Villarreal podía tener. Fundamental tanto en tareas defensivas como en decidir el ritmo del equipo en ataque, el mediocentro ha sido, es y será el alma del equipo hasta que él decida aceptar alguna de las ofertas que por seguro ya han llegado a las oficinas del club. Entiende como ninguno el plan del técnico, y tanto con sus gestos como con sus órdenes se encarga de que los demás lo sigan al dedillo. Por si fuera poco, su precisión en el pase y su capacidad de retención del balón le hacen un jugador ideal para el puesto y el juego del Villarreal. El faro de un Submarino, que ya otea por el periscopio la ciudad de Basilea. 


El Villarreal, el gran desconocido para muchos seguidores del Liverpool.


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