Tras ocho años, volvimos a una Final en Europa

by - mayo 06, 2016


Un grito para una final



Por Billy Escobar (@BillyEscobar7)

El tiempo es el mejor autor: siempre encuentra un final perfecto. Y es aquí donde el tiempo se detiene, donde ocho años transcurren por las mentes de los aficionados en Anfield mientras el balón golpea lastimosamente el palo derecho de la portería Aréola, después el esférico pasea sigilosamente la línea de gol y en las memorias sin duda aparece Steven Gerrard, los jugadores que estuvieron, de las leyendas que se fueron, de los aficionados que también partieron y toda ese energía guardada, todos esos recuerdos explotan en un segundo, era el tanto que ponía al Liverpool de regreso a una Final de Europa.



El gol de Daniel Sturridge en la segunda parte se gritó de manera especial, no solo para los aficionados, también para él, después de tantas lesiones, tantos rumores de su futuro y de su relación con Klopp, además era el que encaminaba a los Reds a otra noche mágica, a la antesala de la grandeza pero que también sellaba un ciclo, un ciclo de 7 meses de trabajo por parte de Jürgen Klopp que en tan poco tiempo volvía a tener al equipo en su segunda final y esta vez de la Europa League.

El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los Reds, para los valientes, es la oportunidad, la oportunidad de ganar otra Copa de Europa, así se sentía ese ambiente desde temprano en Anfield y cuando el pitazo llegó, la atmosfera fue mejor, Anfield se lo creía, Anfield tomó vida propia y lo trasladaba al terreno de juego, el equipo se lucía y no dejaba de presionar, de correr, de intentar y en el autogol de Bruno Soriano, vio recompensado ese esfuerzo.



Después vino el grito desesperado desde la garganta de Sturridge, que nos ponía un paso adelante rumbo a la Final y le enseñaba al Liverpool la luz al final del túnel, que el pasado había huido, lo que espera está cerca y que el presente, nos pertenecía ya.

Porque Anfield y el Liverpool lo habían vuelto a liar, y un gol de Lallana nos lo confirmaba, se lo confirmaba al mundo entero, el Liverpool FC está de regreso, ha vuelto a pelear al tú por tú con cualquier equipo en Europa y ahora está a 90 minutos de volver a alzar una trofeo.



Al final del día lo festejamos en todo lo alto, porque no se le ganó a cualquier equipo y porque siempre habrá obstáculos, habrá dudas, hay errores, pero con trabajo duro, pasión infinita y mucho Heavy Metal liderado por Klopp, luce que para el Liverpool NO HABRÁ LÍMITES.

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