El día que John Wark jugó con Pelé y con Stallone.
Imagínense un partido con todas las estrellas del mundo futbolístico en una película, pues eso sucedió en los 80, cuando John Huston se puso a los mandos para poder relanzar su carrera, así se fraguó “Escape To Victory” o “Evasión o Victoria”, muchas estrellas de aquellos años o que lo habían sido en el panorama futbolístico. Pues en aquella película, el Liverpool estaba representando, un escocés con bigotón y con carácter afable se ponía la camiseta de los aliados, no era otro que John Wark que aquellos años estaba en el Ipswich Town.
No todos pueden decir que han compartido “vestuario” con Pelé o Sylvester Stallone, bueno John Wark si, en aquel mítico Ipswich Town fueron varios de sus integrantes los que se “aliaron” con un Sly, que intentaba atajar el balón que corría por las postrimerías de su área, con más pena que gloria, porque seamos sinceros este hijo de inmigrantes lo intentaba, pero eso, se quedaba en intento, y eso que le pusieron un digno profesor, Gordon Banks.
Tal fue el ego de John Rambo, que hizo caso omiso a los consejos del genial guardameta del Stoke y de la selección inglesa, Sly era una estrella y lo dejó bien claro desde el principio del rodaje con sus actos “Stallone estaba en un gran momento. Se quedó en un hotel diferente a nosotros, porque él era una estrella de cine. No tenía ni idea sobre el fútbol y nos pidió si podía anotar el gol ganador cuando los aliados golpeaban a los nazis, en la escena final de la película. Él no entendía que era el portero y que no era posible. Al final, él había escrito que paraba el penalti porque ese sería un gran final” recordaba John Wark, aquel penalti tuvo que ser rodado en 30 tomas, Sly no acertaba.
John Wark era Arthur Hayes en la película, un prisionero de guerra en poder de los nazis en "Escape a la Victoria". "Me pase cinco semanas haciendo la película en Budapest en Hungría y la mezclado con los gustos de Stallone, Bobby Moore, Ossie Ardiles y Pelé. Michael Caine era fantástico, Stallone era el típico un yanqui. Él tenía sus guardaespaldas y escoltas. Una vez que los vas conociendo sabes que él era buen tipo, pero tenía todo este equipaje con él. Pelé, el mejor jugador del mundo y todo un caballero. Nos llevamos genial. Fue un gran momento."
En aquel rodaje en el verano de 1981 en Hungría, fue un aglutinamiento de estrellas de todos los tiempos del panorama futbolístico "No me di cuenta de lo grande que era la película hasta que llegamos allí y vi que estaban Bobby Moore y Pelé esperándonos. Eran buenos chicos, y nos sentábamos en el hotel y tomábamos un par de bebidas cada noche. Pelé tenía 40años en aquel momento, y no podías creer que las habilidades que tenía con la pelota. Cuando marcó aquel remate de chilena que se ve en la película, lo hizo en una sola toma” contaba el bigotón del Liverpool.
Las habilidades de Pelé impresionaron a John Wark, estaban con una estrella del fútbol mundial “Yo era 15 años más joven que él, estaba en el mejor momento de mi carrera, y habría tenido que hacer cientos de tomas para para hacerlo bien. A muchos de los chicos de la película no se dio cuenta de la importancia, pero todos los futbolistas de la película nos quedamos con el temor allí de que pasará algo”.
Aquella jugada y la que realizaba Osvaldo Ardiles en la banda, fueron los momentos icónicos del film, John también tuvo su momento culmen en la película, bueno podría haber sido mejor “Sólo tenía dos líneas en toda la película y ellos pensaron que muchos espectadores no podrían entender el acento mio de Glasgow. Me enteré del cambio cuando vi el estreno. Nadie se dio cuenta al principio, pero estaba viendo la película y mis compañeros del Ipswich me lo dijeron. Fue un palo para mí. Ellos remplazaron mi voz por un acento pijo escocés”.
Otra de las estrellas de aquel elenco era el veterano Michael Caine que encarnaba a Colby un ex jugador del West Ham, así lo recordaba John Wark “era un buen muchacho y un mal futbolista. Él no podía correr y sus piernas no le daban. Kevin Beattie fue las piernas de Michael Caine“ recuerda John Wark en el libro de Simon Hughes’ Red Machine: Liverpool in the 1980s, the Players’ Stories.
Muchas anécdotas han surgido de aquella película basada en el "partido de la muerte", la primera es que dicho film debería haber terminado como aquellos pobres jugadores del “FC Start”, aquel equipo de ex-jugadores del FC Dinamo de Kiev que se enfrentaron a la Wehrmacht de Hitler, fueron “borrados” del planeta, pero John Huston pensó en que la historia fuera un poco más desenfadada. El director pensó en añadir la subtrama de las fugas, que estaba inspirada en "La gran evasión", y de la que surgió la excelente escena de la escapada de Stallone a lo Steve McQueen y no dichos fusilamientos.
Todo en aquel encuentro que sucedía en el estadio parisino de Colombes, se debió rodar en el Estadio Nándor Hidegkuti en Budapest , Hungría, debido al mal estado del estadio parisino, al final todos entonamos la Marsellesa y animamos, si o si a los aliados para que Hatch (Sly) o Colby (Michael Caine) ganen su libertad a ojos del Major Karl von Steiner .
De las anécdotas más conocidas es las apuestas que cruzaban Stallone con Pelé, al que retó a marcarle 10 goles de penalti. Sly con su tozudez y ya en su punto álgido de su carrera, le dijo al mágico jugador brasileño que le pararía al menos cinco, y puso sobre la mesa 1.000 dólares. No olió ni un lanzamiento. Seguro que algunas más habrá con Mike Summerbee en aquel hotel de Hungría, porque el ex citizen si algo tenía era saber vivir la vida, por algo era el amigo de correrías nocturnas y diurnas de George Best.
Fue tal la explosión mediática de la película en el mundo que nuestro John Wark, que hoy en día es de los que está siempre en sesiones de firmas que se realizan sobre el film, cuentan que contaba, que estando de vacaciones en Glasgow en verano de 1987 paseando con su familia cuando un viejo se le acercó y le dijo: 'Diablos, John, ¡es verdad! ¡Lograste escapar!". Aquel anciano, mezclaba realidad y ficción, un estupendo colofón para una de las películas deportivas más vistas de la historia.
Para estas y más anécdotas sobre dicho film os recomendamos el libro de Carlos Marañón “Un partido de leyenda”.
Y recomendaros que mejor que pasar una tarde de salón, palomitas y disfrutar de una película para saltar, aplaudir y sentir el fútbol, además de disfrutar de una gran banda sonora de Bill Conti .