Esto no acabó aún, quedan 90 minutos.
"Mi pensamiento al ver a todos celebrando fue: "Lo
siento, esto no terminó todavía, tienen que venir a Anfield, un sitio
sagrado"", es así como se cerró la noche ayer en El Madrigal, con la
derrota del Liverpool ante Villarreal 1-0, en la Semifinal de Ida por la UEFA
Europa League.
Las palabras de Klopp, están llenas de razón y aunque el
partido del Liverpool no fue malo, la victoria para el submarino amarillo
parece justa, ya que fueron los de casa quienes insistieron más en buscar el
arco rival. Los Reds tuvieron apenas un par de oportunidades, una pelota al
palo de Firmino y un mano a mano, que Alberto Moreno desaprovechó, para que
luego viniera el gol de Adrián López asistido por Denis Suárez.
Tácticamente el juego del Liverpool estuvo casi perfecto, Jürgen
paró al equipo muy parecido al juego de Ida ante Dortmund, pero con muchos
nombres diferentes por las bajas de Origi, Henderson, Sakho y el que para mí,
se ha vuelto el pulmón del equipo: Emre Can. Solo unos minutos separaron a los
de Merseyside para que se llevaran el empate a Anfield.
La tarea no es fácil, el Villarreal demostró ser un equipo
con fe y orden, sin embargo, Anfield y el destino, tienen otra cita el próximo
jueves, de esas citas que se han escrito con pasión, sufrimiento y orgullo, con
goles en minutos cardiacos, con rivales de categoría.
Porque en Anfield, no es el Liverpool un club que se rinda
frente a la adversidad, ni sus aficionados dejan a su equipo desarropado cuando
las cosas se ponen feas. Es eso precisamente, lo que les hace diferentes al
resto. El reto es difícil pero, si Anfield cree, es posible.