Liverpool 1-3 Aston Villa
Villanía en Anfield
El Liverpool, pese a un inicio dominador, acabó sucumbiendo ante un
Aston Villa en ascenso que tuvo en Christian Benteke, con dos goles y una
asistencia, a la figura de un partido en donde los reds terminaron dando una
pobre imagen cuando más cerca tenían opción de acercarse a los puesto europeos
de la Premier League.
Como un castillo de naipes. Así construyó
el Liverpool las jugadas en ataque desde el minuto uno de encuentro. Paso a
paso, escalonadamente y con control del balón. Jugadas elaboradas, con sentido,
por bandas con Downing y Johnson incorporándose o por dentro, con un Shelvey
omnipresente y Gerrard de menos a más.
Las ocasiones por el trabajo bien
hecho llegaban o, mejor dicho, casi llegaban. Algunas imprecisiones en el último
momento impedían que Sterling consiguiese rematar los centros, que Gerrard pudiese
rematar un robo de Suárez o que el propio uruguayo consiguiese finalizar las
buenas triangulaciones al borde del área. Pero nada, siempre una pequeña
imprecisión, el disparo fuera o las paradas de Guzan impedían al Liverpool
finalizar la buena labor y situar la carta final en lo alto del castillo.
Ante eso, al aficionado red sólo
dos cosas se le pasaban por la cabeza viendo tal dominito de los de Brendan Rodgers.
La positiva: “bueno, en algún momento acabaremos haciendo gol”. O la negativa:
“Al final llegan ellos una vez y la meten”. Y como tantas veces sucede en el
mundo del fútbol, fue la segunda y más desafortunada, la que le tocó sufrir,
quizá por justicia, al equipo local.
Tras error de posición en la
defensa del Liverpool por el flanco derecho, el balón acaba llegando a Benteke
que, desde fuera del área, ajustaría junto al palo de Reina un acertadísimo
disparo para adelantar, prácticamente en la segunda llegada villana, al equipo
de Birmingham que cumplía a la perfección el plan de su entrenador Paul
Lambert.
Pero el Liverpool encajó bien el
tremendo golpe. Incluso la tuvo de nuevo Suárez con un disparo al lateral de la
portería, pero nada. Así que llegó de nuevo Benteke. El belga de origen congoleño
decidió, por méritos propios, tirar de golpe el castillo de naipes construido por
los de Anfield durante unos primeros 25 minutos. Taconazo de Benteke para el austriaco Weimann que marca llegando en segunda línea sin obstáculo alguno ni
de los centrales ni de los mediocentros reds.
Y este gol si afectó más al Liverpool
que el primero. Si hubiera sido ciclismo y no fútbol, Benteke habría sido el
famoso hombre del mazo que metafóricamente aplasta al corredor cuando pasa del
buen pedaleo al hundimiento total sobre la bicicleta. Vamos, que al Liverpool
le entró una gran ‘pájara’ en el argot del ciclista y reveló una debilidad
inexplicable.
Parecía increíble lo sucedido en
el último cuarto de hora de la primera mitad tras lo visto en el inicio, pero
la segunda parte ratificaría la equidad de lo sucedido. Todo empezó con una
nueva oportunidad de Rodgers para Joe Cole (por Shelvey) y un penalti a Agger
que no pitó el árbitro.
Es decir, malos augurios en las
gradas de Anfield que serían confirmados con un momento más a sumar en el
‘Benteke’s show’ que, tras un error en la salida de balón de Allen y Cole,
acabó culminando con clase una jugada que recordaba a aquellas que firmaba
Ronaldo Nazario en el FC Barcelona de la temporada 1996-1997.
De ahí al final poco más (en
especial positivo) que destacar. No iba a verse una remontada como con el West
Ham y en general la sensación era negativa esfumando el optimismo tras dos
victorias consecutivas.
El Liverpool lo intentó
descorazonado, sin brújula y sin visos de reacción desde ningún lado (esperpéntica
una jugada en la que el balón no entró en la portería del Villa tras
innumerables rebotes) y Gerrard, a centro de Johnson, haría el gol de la honra
que esta vez no hizo honor a nada en un partido con muy mal sabor de boca para
el seguidor red cuando más cerca se veía la ocasión de reengancharse al tren de
la parte alta de la clasificación.
FICHA DEL PARTIDO
15 de Diciembre del 2012
LIVERPOOL 1-3 ASTON VILLA
Anfield 44.607 espectadores
LIVERPOOL: Reina, Johnson, Agger, Skrtel, Gerrard,
Downing, Lucas (Henderson min. 60 ), Allen,
Sterling, Shelvey (Cole min. 46), Suarez.
ASTON
VILLA: Guzan,
Clark, Lichaj, Baker, Lowton, Westwood, Bannan (Karim El Ahmadi min86), Herd,
Holman (Delph min. 69), Benteke, Weimann (N'Zogbia min.92).
GOLES:
0-1
Benteke min.29
0-2 Weimann min.40
0-3 Benteke min.51
1-3 Gerrard min.86
ESTADIO: Anfield 44.607 espectadores
ESTADIO: Anfield 44.607 espectadores
ARBITRO: Swarbrick ,amonesto con amarilla a Lowton, Benteke, Suárez
"KING" KENNY DALGLISH: Christian Benteke. Espectacular, sublime y todos los
adjetivos que quieran sumársele a la gran actuación del delantero de origen
africano. Volvió loco a los centrales del Liverpool y además de los dos goles y
la asistencia, ganó todos los balones por alto, por bajo y por cerca que
rozaran su presencia. Partido de delantero centro talentoso para mostrar a los
aprendices del trabajo de un punta.
CALIDAD JOHN BARNES: Stewart
Downing. El
extremo inglés tuvo de nuevo la papeleta de jugar de lateral izquierdo por la
baja de José Enrique. Pese a que no es su posición su banda fue la que menos
peligro recibió y aportó en ataque todo lo que pudo. Lo más salvable del equipo
junto con la ovación de Anfield en el minuto 19 en honor al jugador del Aston
Villa Stiliyan Petrov.
"CALAMITY" JAMES: Luís Suárez. El uruguayo estuvo impreciso en todas
sus acciones. Disparos, pases, regates…pero eso sí, no le faltó en ningún
momento actitud. Hasta el último momento estuvo peleando, pero su día aciago
acabó por llevarle a la desesperación y pagarlo con protestas al árbitro.
"RAZOR" RUDDOCK: Nadie. Fue un partido limpio con algún que otro
falló para ambos lados del trencilla Swarbrick. Lo más duro seguramente fue la
cara de Brendan Rodgers angustiado y sin reacción desde la banda de Anfield.
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