Por Jorge De Castro (@jorge_decastro)   

Nueva victoria en la segunda fecha del LFC tour esta vez ‘Down Under’, en la que al igual que en el encuentro anterior, los Reds jamás pisaron el acelerador, pero hicieron lo justo y mantuvieron el arco en cero una vez más. Una fría noche de Melbourne se volvió bastante calida gracias a una afición impresionante que al igual que en Indonesia, dejó imágenes para recordar por siempre, demostrando que el Liverpool FC, a pesar de no disputar la máxima competició europea y un bajo rendimiento en Premier League en los últimos años, es aún uno de los clubes más grandes del mundo con una afición más que especial.

Nuevamente, al igual que pasase en Jakarta, la afición Red fue la principal protagonista del encuentro, especialmente gracias a una rendición memorable del You’ll Never Walk Alone. 95.000 espectadores entonaron el himno del conjunto rojo con semejante pasión que más de un espectador, en el estadio o desde su casa, habrá de haber dejado correr alguna lágrima. Los 95.446 aficionados representaron un record de asistencia para un partido de fútbol en Australia.

De entrada, el equipo salió en gran mayoría con los jugadores que terminaron el encuentro ante Indonesia XI. Rodgers probó un equipo sin un contención nato, con Allen, Henderson y Gerrard en la mitad de la cancha, siendo el galés, el jugador más retrasado y quizás el mejor del partido. Por momentos, Allen aparecía entre los centrales para darle salida al equipo; y cuando se atacaba, el galés cubría mucho territorio y a pesar de tener dificultades en los primeros minutos en la visión de pase, a medida que avanzó el partido, se afianzó y de sus pies llegó la asistencia del primer tanto.

Ibe y Sterling nuevamente dejaron una gran impresión, especialmente el primero. El estar en escena ante 95.000 espectadores fue un aliciente para el chico de 17 años que deslumbró con su verticalidad, velocidad y visión de juego, y es que hoy por hoy, tanto Ibe como Sterling, deberían estar por delante de un Downing que se ha visto muy flojo en esta pretemporada. En cuanto a la defensa, Skrtel continua viéndose nervioso como le pasase la temporada pasada, todo lo contrario a Wisdom, que dejó muy buenas impresiones, mostrando gran compostura en todo momento, sobre todo cuando se veía en apuros el fondo Red.

La jugada del primer gol fue quizás la mejor jugada colectiva que han mostrado los Reds esta pretemporada. Se juntaron los 3 del mediocampo, luego de una serie de combinaciones entre Borini y Henderson en la salida a la contra, el inglés la tocó al centro donde Gerrard la dejó correr para que Joe Allen, que estuvo en todas, tomara el balón y avanzara mientras el capitán hacía la corrida al área donde el pase del galés lo encontró para que definiese de primera. Sin arriesgar demasiado, el Liverpool se iba adelante al descanso.

Al inicio del segundo tiempo los locales se animaron más, y siempre con buen trato de balón a pesar de sus notables limitaciones, el Melbourne Victory tuvo una serie de llegadas al arco defendido por Brad Jones, principalmente desde la media distancia. Fueron quizás los primeros 15 minutos del segundo tiempo donde se vio un intercambio de golpes con jugadas en arco y arco hasta que el encuentro cayó nuevamente en una fase donde el Liverpool dominaba el balón sin apretar demasiado. Borini contó con 3 ocasiones, una haciendo uso de un gran recurso, recibiendo de espaldas y rematando de chilena, aunque el balón se fue apenas a un costado del poste.

Llegaría el momento de los cambios, 10 nuevos jugadores se unirían a Lucas Leiva que poco antes había reemplazado a Gerrard; equipo nuevo con una cara en particular que se llevó toda la atención, el uruguayo Luis Suárez. Si puede hablarse del lenguaje corporal, el pistolero jamás se vio contento dentro del campo, ni cuando después de una jugada dentro del área en el último minuto le sirviera el balón a Iago Aspas para marcar el segundo y sus compañeros se acercaron para celebrar; algo que se vio bastante mal, luego de recibir una inmensa ovación por parte de 95.000 personas que querían ver al uruguayo y éste no dio ni un amago de sonrisa. Quizás algunos dirán que no habría porque celebrar un gol de pretemporada, quizás tenía la duda de que hubiese sido autogol, pero su actitud cuando sus compañeros se acercaron, se vio bastante apática, añadiendo más leña al fuego en la saga que se hace interminable especulando sobre su salida.

Tercera victoria de esta pretemporada, los de Merseyside aún no han recibido goles, la próxima parada será Bangkok donde los Reds enfrentarán a la selección de Tailandia el domingo antes de poner rumbo de regreso a Merseyside donde tendrán el que quizás sea el primer partido serio de pretemporada ante el Olympiacos griego en el partido homenaje a Steven Gerrard el sábado 3 de agosto.