Las claves del Liverpool 2-1 West Brom
Remiendos
con Lallana
El Liverpool estaba descosido ¿Quién lo remendaría? El 'remendador' que lo remendase buen 'remendador' sería. Es decir: Adam Lallana. Tras tres jornadas consecutivas sin conocer la victoria en la Premier League (pese a ir mejorando en cada choque ,sobre todo en la intensidad mostrada ante Everton) y con las malas sensaciones que dejó la derrota europea en Basilea, al Liverpool no le quedaba otra que enfrentarse a la visita del West Bromwich Albion (más allá de lo clasificatorio y el puntaje) como si de un examen final se tratase. Y aprobó, sin matriculas de honor ni sobresalientes, pero sí con la aparición de uno de sus alumnos más aventajados en este inicio de temporada que, además, es uno de esos señalados para guiar a los reds hacia la gloría. Es decir: Adam Lallana.
No sé si St Albans (el lugar natal del '20' del Liverpool) destaca por su potencial en la industria textil o en la cría de ovejas a las que esquilar para sacar la universal lana para confeccionar con ella desde jerséis hasta alfombras. Es más, no pensamos mandar a ninguno de los integrantes de Esto es Anfield ha descubrirlo, porque lo que sí que está confirmado es que, la ciudad situada a unos 30 kilómetros de Londres, es una de las localidades que dice ostentar uno de los mayores porcentajes de pubs por metro cuadrado. Vamos, un dato del todo peligroso para los sedientos pero humildes escritores de este blog. Aunque, lo que sí que está claro es que (y permítanme la licencia de, al más puro estilo de prensa amarillista y simplona, haga el juego de palabras con la pronunciación del apellido de Adam: 'la-lana') ayer Brendan Rodgers encontró a su sastrecillo valiente particular. Lallana remendó las carencias mostradas, se echó al equipo a la espalda y tirando de grandes dosis de calidad (sólo hace falta ver su gol) consiguió devolver al plantel la identidad perdida en gran parte de este inicio de curso. El Liverpool volvió a triangular y mandar, y eso fue culpa del ex del Southampton. Buenísima noticia, ya que seguro que, en el duro invierno que se avecina, necesitaremos de buenos jerséis y bufandas de la 'lana' de Adam. Vamos, como los que nos tejían nuestras abuelas cuando éramos pequeños.
Lana, aguja y dedal
Mucho se está hablando de los problemas en la delantera, de la plaga de lesiones, la aclimatación de los fichajes y de la endeblez defensiva. Pero uno de los grandes males era el flojo rendimiento, respecto al año pasado, que el centro del campo estaba mostrando. Con Allen fuera (que no ha sido nunca el 'Xavi galés' como decía Rodgers cuando lo fichó, aunque sí ha aportado empaque al trío de centrocampistas) no se ha encontrado la figura perfecta que cuaje con Henderson y Gerrard. Tanto es así que en las últimas derrotas habíamos visto a los dos capitanes reds jugando en doble pivote en vez de en el triunvirato que cuajó la temporada anterior.
Ante el West Brom, Lallana jugó ese papel (aunque por su recorrido y con la ayuda de un aceptable Coutinho partió también en posiciones más adelantadas). Y si Adam puso la tela para el hilo, Henderson fue la aguja perfecta. "Ajustamos el medio con Gerrard controlando el juego y Henderson delante de él. Eso le dio más libertad de buscar el hueco. Es el único jugador del país que puede dominar el juego sin el balón debido a su físico. Jordan tiene una gran capacidad física y tratamos de motivarlo a ir hacia adelante. Esas carreras hacia adelante le permitieron asociarse con Adam para el primer gol, y en el segundo llegó al área y definió muy bien", explicó a la perfección Rodgers. Esperamos que haya dado con la tecla.
Dudas
También fue positivo como el técnico norirlandés supo mover el banquillo para refrescar al equipo (algo que desde su primera temporada en Liverpool, particularmente, citaría como de lo poco a mejorar) e incluso la entrada de Leiva permitió al 'dedal' Gerrard llegar a portería en los minutos finales. Pero la defensa sigue mostrándose insegura. Más allá de la calidad y atrevimiento de Berahino, el West Brom no fue un rival correoso ni agresivo y, como viene siendo habitual, los centrales reds, Skrtel y Lovren, parecieron dudar de sí mismos en exceso. La dupla española en los laterales (Manquillo-Moreno) volvieron a levantar algún "oh'" del público y según vayan puliendo los errores propios de su juventud, aprovecharan mejor una maravillosas cualidades que en algunas jugadas no están terminando de ser productivas.
Don Rickie
Si naciste en Kirkby, eres red de sentimiento y, además, un tipo simpático, sólo te falta dejarte la piel en el campo para ser querido en Anfield. Lambert lo sabe y por eso aprovechó la oportunidad que tenía dejando a Balotelli en el banquillo. Peleó todos los balones, remató lo que le llegó como buen delantero centro, tuvo cerca el gol en una buena parada de Foster y, por todo ello, la grada roja perdonó su falta de velocidad y calidad en algunas acciones. El resultado es evidente, ovación de Anfield y claro mensaje para Balotelli.
KENNY DALGLISH: JORDAN HENDERSON. El centrocampista asistió y marcó. Su despliegue atlético volvió a ser imprescindible y, aunque algunos no lo destaquen por ello, se está convirtiendo en el socio perfecto con el que asociarse para recibir una buena asistencia de gol (Sólo hace falta ver el gráfico de la BBC adjuntado abajo). Además, con la alborozada celebración de su gol demostró que, como segunda capitán, sabía de la importancia, tras las malas sensaciones, de estos tres puntos.
JOHN BARNES: ADAM LALLANA. Regateó, condujo, mandó, dribló y marcó su primer gol como red. Dio el salto de calidad y día a día, cuanto más se acopla, demuestra que su nivel de importancia en el equipo puede ser diferenciador e incuestionable.
CALAMITY JAMES: MICHAEL OLIVER. No fue un mal arbitraje flagrante, pero el penalti que pitó a favor de los 'baggies' y que dio lugar al gol visitante era clarísimamente una falta fuera del área.
RAZOR RUDDOCK: Desierto. Partido de guante blanco ante un rival que tampoco incomodó en esa faceta.
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