Chelsea 0 - 1 Liverpool
LA NUEVA ERA DEL KING
Por Jony. (@Jony_TF)
Tras disputarse el partido en Stamford Bridge, podemos decir bien alto que hay vida después de Torres. Kenny Dalglish le ganó el pulso a Carlo Ancelotti con un planteamiento sin temores, fiel con la filosofía de jugar bonito al fútbol y con una defensa que ganó el partido por su solidez y contundencia.
El Chelsea comenzaba jugando con el ex jugador Red, Fernando Torres, como titular junto a Drogba y Anelka en un sistema de 3 delanteros donde el francés tenía más libertad de movimientos que sus compañeros.
El Liverpool en cambio recuperaba a Carragher tras su operación en el hombro, que salió de titular y jugaba en un sistema defensivo que intentaba crear una tela de araña que atrapase al centro del campo y delantera blue entre tres centrales (Carragher, Agger, Skrtel) y dos laterales que a veces ejercían funciones de interiores (Glen Johnson y Kelly).
La primera oportunidad de gol del equipo local vino en las botas de Torres tras regalo de Maxi que se equivoca en el pase, cosas del destino, pero disparó potente y muy por encima de la portería que defendía Reina. El delantero no quiso encarar a sus ex compañeros en esta jugada.
Los primeros minutos del partido empiezan con unos Reds muy atrevidos donde tocan mucho la pelota y buscan mucho los huecos creados por los defensores locales para buscar la portería.
Sin embargo, los Blue poco a poco se van metiendo en el partido (empezaron agazapados y desconcertados por la actitud de los de Dalglish), se van apoderando del balón y comienzan a tener sus ocasiones de gol aprovechando algunos fallos en los pases de los jugadores del Liverpool. Un ejemplo claro se produce en el 15' cuando Reina pasa a Skrtel el balón con dos jugadores locales encima de él. No acaba en robo y gol más por fortuna que por otra cosa.
Según va transcurriendo la primera parte, el dominio del Chelsea es abrumador, los de Dalglish no llegan, pero se produce un hecho que nos viene acostumbrando de grata manera en el equipo del manager escocés y no es otra que la solidez defensiva extrema.
Los locales no hacen más que dar pequeños golpes a su contrincante, como si de un combate de boxeo se tratase, pero los visitantes muestran un aguante sobrehumano y no dejan que les den el golpe que les pudiera noquear.
El Liverpool demostró también que sabe contraatacar un golpe y este hecho se puede ver en la jugada del 30'. Leiva pierde la pelota tras dormirse en el centro del campo, aunque también podemos decir a su favor que no encuentra a nadie desmarcado para pasarle la pelota.
Drogba la recupera y le da un buen pase a Torres, que dispara peligrosamente y cruzado un balón que podía acabar en la red si no es por la intervención de Carragher en el rechace del balón.
Dos minutos más tarde, en vez de quedarse tocado por el casi gol local, Maxi tiene en sus botas el que pudo haber sido el primer gol del partido.
Gerrard que estaba escorado a la izquierda dispara muy desviado y mal, pero se convierte en un pase muy bueno al argentino que remata sólo a puerta pero le da tan mal que se le va al larguero.
La primera parte acaba con un Chelsea al ataque, pero con un Liverpool muy sólido y perfecto en defensa.
La segunda es más de lo mismo y por mucho que lo intenten los de Ancelotti, no hay manera de abrir la lata Red.
En el 66' Essien en jugada personal está apunto de marcar, pero el balón se le va un poco por encima de la portería de Reina y casi se tiene que ir lesionado del campo.
El Liverpool en cambio recuperaba a Carragher tras su operación en el hombro, que salió de titular y jugaba en un sistema defensivo que intentaba crear una tela de araña que atrapase al centro del campo y delantera blue entre tres centrales (Carragher, Agger, Skrtel) y dos laterales que a veces ejercían funciones de interiores (Glen Johnson y Kelly).
La primera oportunidad de gol del equipo local vino en las botas de Torres tras regalo de Maxi que se equivoca en el pase, cosas del destino, pero disparó potente y muy por encima de la portería que defendía Reina. El delantero no quiso encarar a sus ex compañeros en esta jugada.
Los primeros minutos del partido empiezan con unos Reds muy atrevidos donde tocan mucho la pelota y buscan mucho los huecos creados por los defensores locales para buscar la portería.
Sin embargo, los Blue poco a poco se van metiendo en el partido (empezaron agazapados y desconcertados por la actitud de los de Dalglish), se van apoderando del balón y comienzan a tener sus ocasiones de gol aprovechando algunos fallos en los pases de los jugadores del Liverpool. Un ejemplo claro se produce en el 15' cuando Reina pasa a Skrtel el balón con dos jugadores locales encima de él. No acaba en robo y gol más por fortuna que por otra cosa.
Según va transcurriendo la primera parte, el dominio del Chelsea es abrumador, los de Dalglish no llegan, pero se produce un hecho que nos viene acostumbrando de grata manera en el equipo del manager escocés y no es otra que la solidez defensiva extrema.
Los locales no hacen más que dar pequeños golpes a su contrincante, como si de un combate de boxeo se tratase, pero los visitantes muestran un aguante sobrehumano y no dejan que les den el golpe que les pudiera noquear.
El Liverpool demostró también que sabe contraatacar un golpe y este hecho se puede ver en la jugada del 30'. Leiva pierde la pelota tras dormirse en el centro del campo, aunque también podemos decir a su favor que no encuentra a nadie desmarcado para pasarle la pelota.
Drogba la recupera y le da un buen pase a Torres, que dispara peligrosamente y cruzado un balón que podía acabar en la red si no es por la intervención de Carragher en el rechace del balón.
Dos minutos más tarde, en vez de quedarse tocado por el casi gol local, Maxi tiene en sus botas el que pudo haber sido el primer gol del partido.
Gerrard que estaba escorado a la izquierda dispara muy desviado y mal, pero se convierte en un pase muy bueno al argentino que remata sólo a puerta pero le da tan mal que se le va al larguero.
La primera parte acaba con un Chelsea al ataque, pero con un Liverpool muy sólido y perfecto en defensa.
La segunda es más de lo mismo y por mucho que lo intenten los de Ancelotti, no hay manera de abrir la lata Red.
En el 66' Essien en jugada personal está apunto de marcar, pero el balón se le va un poco por encima de la portería de Reina y casi se tiene que ir lesionado del campo.
Sin embargo, por cosas del destino, 3 minutos después de la sustitución de Torres por Kalou. Gerrard se interna por la banda derecha con velocidad y en el centro que en principio iba dirigido a Kuyt, no es tocado ni por el holandés, ni por Cech, ni por ningún defensa blue, sino que el balón pasa por el medio y es rematado de forma exitosa por Meireles, que vuelve a marcar una vez más. El portugués logra el 0-1 e instaura un ambiente de oscuridad en Stamford Bridge.
Después de este gol el Chesea se muestra como un equipo tocado en su moral, en su orgullo, en su juego. Empiezan a realizar algunos errores desconcertantes y lo único destacado que podemos sacar hasta el final del partido son sólo dos jugadas.
La del 80' donde tras dejada de Kuyt a Fabio Aurelio, que recorta como si de un delantero de calidad se tratase, acaba el balón siendo golpeado por su pierna mala (la derecha) y estando apunto de batir a Cech.
Y dentro de los 4 minutos de descuento, en el 91', el árbitro se come un penalty clarísimo de Glen Johnson a Ivanovic, que le hace un barrido bestial y sin el balón estar situado como para realizar una carga como esa.
Kenny Dalglish logra su 4º victoria consecutiva, en el que el equipo ha marcado unos 7 goles y no ha recibido ninguno.
La moraleja que podríamos sacar en la lectura del partido es que "el que ríe el último, ríe mejor". Si algo nos dice la historia y la experiencia, es que no debemos burlarnos tan gratuitamente por un hecho desgraciado, que en este caso fue la gran polémica que se produjo en la salida de Torres de Anfield, ya que tu alegría más tarde puede acabar en tristeza.
El próximo partido Red es ante el Wigan en Anfield. Estamos 6º a 6 puntos del 4º clasificado que es el Chelsea, pero aún tiene un partido menos que nosotros.
Después de este gol el Chesea se muestra como un equipo tocado en su moral, en su orgullo, en su juego. Empiezan a realizar algunos errores desconcertantes y lo único destacado que podemos sacar hasta el final del partido son sólo dos jugadas.
La del 80' donde tras dejada de Kuyt a Fabio Aurelio, que recorta como si de un delantero de calidad se tratase, acaba el balón siendo golpeado por su pierna mala (la derecha) y estando apunto de batir a Cech.
Y dentro de los 4 minutos de descuento, en el 91', el árbitro se come un penalty clarísimo de Glen Johnson a Ivanovic, que le hace un barrido bestial y sin el balón estar situado como para realizar una carga como esa.
Kenny Dalglish logra su 4º victoria consecutiva, en el que el equipo ha marcado unos 7 goles y no ha recibido ninguno.
La moraleja que podríamos sacar en la lectura del partido es que "el que ríe el último, ríe mejor". Si algo nos dice la historia y la experiencia, es que no debemos burlarnos tan gratuitamente por un hecho desgraciado, que en este caso fue la gran polémica que se produjo en la salida de Torres de Anfield, ya que tu alegría más tarde puede acabar en tristeza.
El próximo partido Red es ante el Wigan en Anfield. Estamos 6º a 6 puntos del 4º clasificado que es el Chelsea, pero aún tiene un partido menos que nosotros.
Liverpool: Reina; G. Johnson, Carragher, Agger, Skrtel, Kelly; Maxi (F. Aurelio 74'), Leiva, Gerrard; Meireles (Poulsen 83'); Kuyt.
Goles: 0-1, Meireles 68'.
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