El jugador a seguir. Fabricio Coloccini

by - marzo 30, 2012



"Colocho", el rey de St James' Park




Por Jorge Olmos (@george_olmos)

El Liverpool se enfrenta al Newcastle United. El equipo de Alan Pardew parece que tendrá una baja importante, su jefe en la zaga no podrá jugar. Este jugador no es otro que el capitán, Fabricio Coloccini. Os presentamos al internacional argentino, también conocido como "Harpo".


Fabricio es hijo de futbolista. Su padre Osvaldo fue defensa central en Argentina, siendo Vélez y Argentinos Juniors los equipos que vieron jugar a Osvaldo Coloccini. Así que su hijo no podía ser otra cosa que central. Aunque empezara jugando de mediocentro, su posición se fue retrasando hasta llegar a ser uno de los mejores zagueros de Argentina. Tras pasar por las categorías inferiores de Argentinos Juniors, el de Córdoba llegó a Boca Juniors. Con pocos partidos en la primera argentina con los xeneizes, y debido al expolio que sufrían los clubes argentinos en aquellos años, uno de los grandes del Calcio italiano se fijó en él y se lo llevó. Sus representantes, y un contrato de trabajo para sus padres no hicieron dudar a la familia Coloccini, el Milan llamaba a sus puertas y el salto al viejo continente era ya un hecho.

Viajaba a Europa con tan solo 17 años para convertirse en jugador Rossoneri. Fabricio siempre dice que le estará muy agradecido a uno de los inquilinos de San Siro, ya que cuando su madre se puso enferma, los servicios médicos del Milan se encargaron de sus cuidados. Pero este viaje sería con billete de ida y vuelta porque con pocos entrenamientos en Milanello le cedieron 6 meses a San Lorenzo de Almagro. Allí se proclamó campeón del Clausura de ese año, 2001, pero debía volver a Europa y el Alavés era su siguiente destino. Los italianos pensaron que lo mejor para el sustituto de Costacurta (para eso lo ficharon) era que creciera en un campeonato más competitivo que el argentino, y no había un lugar mejor que la Liga.

El futuro y el presente del Milan en 2002, Coloccini y Costacurta.


“Colocho”, que ya había sido campeón del mundo sub-20 con Argentina, regresaba a la vieja Europa con una gran temporada realizada en el equipo vitoriano. Consiguió que mucha gente no se explicara como el mejor central del Milan no jugaba en los rossoneri. En un partido contra el Valladolid en el Estadio de Zorrilla se dio a conocer a la vista del mundo del fútbol, marcando por primera vez en su carrera dos goles en un mismo partido. Ese día 21 de Octubre, día de la madre en Argentina, le dedicó los dos goles a la suya. Silvia había fallecido meses antes de cáncer, y celebró los goles golpeándose en el pecho el tatuaje con el rostro de su madre. Al finalizar´el partido dijo: “No los marqué yo, fue ella”. La temporada continuó y siguió formando una gran pareja con Téllez. Los vitorianos, al finalizar la temporada, tenían que decidir si se hacían con los derechos de Coloccini o no, y la respuesta fue la segunda. Volvía a Milanello, pero una vez más para no quedarse. El Atlético de Madrid pedía su cesión al equipo italiano, y el argentino se pondría a las ordenes de Luis Aragonés en un equipo recién ascendido, pero con mucha historia.

Los primeros partidos de Coloccini no fueron del todo buenos. Aquel defensor que se había visto en el equipo vitoriano no se vio a la orilla del Manzanares. Nunca consiguió ser un fijo en las alineaciones de "El Sabio de Hortaleza", y aunque se fue aposentando poco a poco al final, los rojiblancos desestimaron la opción de ficharle. Los problemas económicos del equipo del Vicente Calderón y una dirección deportiva sin cabeza (Paulo Futre fue despedido antes de finalizar su contrato) hicieron que no fuera posible su fichaje. Así que el cordobés volvía otra vez a la ciudad norteña italiana.

Pasó 4 temporadas con los coruñeses y no lo hizo nada mal.


Entonces llegó una nueva cesión, había jugado en seis equipos en seis temporadas. A un equipo que empezaba a ser uno de los grandes animadores de la Liga, el Villarreal. Llegó junto con José Mari y el ex delantero del Barça, Sonny Anderson. Con los castellonenses jugó ese año la Copa de la UEFA, gracias a que ganaron la Copa Intertoto. Pero una vez más el bueno de Fabricio se quedaba con las ganas de repetir otro año en la misma ciudad y el equipo presidido por Fernando Roig no se hacía con sus servicios. Volvía al Milán pero por fin el jugador que llegó para suplir a Costacurta podría vestir la rossonera y así devolver la gratitud al Milán. Carlo Ancelotti no confió mucho en él (sólo un partido) y Augusto Cesar Lendoiro, gran negociador, se reunía con Marcelo Lombilla para conseguir su fichaje por el Deportivo de la Coruña.

Fabricio vestiría de blanquiazul durante cuatro temporadas. Fue un gran refuerzo invernal para el equipo dirigido por "Jabo" Irureta, pero con la salida del técnico irunés y la llegada del onubense Joaquín Caparros perdió su puesto en la zaga. El ex-técnico del Sevilla empezó a confiar en la dupla Andrade-Juanma y el argentino pasó a un segundo plano desde que volvió del Mundial de 2006, su primer y único Mundial jugado hasta la fecha. En ese momento surgieron unas desafortunadas declaraciones de su representante que salieron a la luz pública y que no agradaron para nada al su técnico Joaquín Caparros: “Coloccini se arrepiente cada día de haber fichado por el Deportivo” dijo Lombilla. Estas declaraciones le pudieron costar que el Depor le vendiera, pero su padre tuvo mucho que ver en la decisión de continuar en La Coruña, ya que le dijo estas palabras: “En el fútbol hay altibajos, hoy estas en la grada y mañana te sale una temporada impresionante, y estás en la listas de los mejores” "Colocho" continuó y con Lotina al mando, el central argentino empezó a ser un fijo, y llegó a ser el jugador de campo que más partidos jugó en aquella temporada 2007-08.

El clan hispanoparlante no se fue del Newcastle cuando bajó.


Al termino de esa temporada, El Newcastle United se fijó en él, y pagó una cantidad nada despreciable de 16 millones de euros por su ficha. Los Magpies se hacían con un central de garantías. A los dos días debutaba contra el Manchester United jugando los 90 minutos, y aunque, como bien dice, le costó mucho adaptarse por el idioma, se ha convertido en le jefe de la zaga y esta temporada es su capitán. Ya lleva cuatro años en Newcastle, en los que ha vivido de todo, entre otras cosas el descenso a la Championship, pero decidió no abandonar el club pese al descenso por lo que es uno de los ídolos de la afición Geordie. Hace pocas fechas renovó por otras cuatro temporadas, y dice que terminará su carrera en Inglaterra, aunque como bien dice: “Llevo 13 años fuera de mi casa”.

“Mr Reliable” sufrió un tirón en el último partido del Newcastle y no podrá jugar contra el Liverpool, pero "Harpo", como le llaman sus amigos, seguirá siendo fundamental para el Newcastle cuando se recupere.

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