Combatividad contra rutina.

Un partido especial para el capitán red. Gerrard jugaba su partido número 600 con el Liverpool, y él que ha formado parte de tantas grandes remontadas, trató de devolverle ese espíritu a un Liverpool que por momento se pone en situaciones inexplicables con distracciones y una vulnerabilidad ante los contraataques que ya es evidente, a pesar de dominar a sus rivales con buen juego. Se depende y mucho de la genialidad de Luis Suárez, que por más críticas que le lluevan, el uruguayo no para de anotar y su entrega en el campo es algo espectacular.

Por Jorge De Castro (@jorge_decastro)

El partido arrancó con un ritmo frenético, los reds atacando por las bandas con Suso y Sterling agobiando a Anita y Santon, Sahin y Gerrard abrían la cancha de manera brillante, y junto con Allen, rompían cualquier avanzada de Newcastle. Luis Suárez se quejaba de una falta de Coloccini dentro del área en los primeros minutos, pero como ya es costumbre, el árbitro siguió el juego. A los 20 minutos Suárez tuvo un tiro libre que dio en la lateral de la red, y 2 minutos más tarde en una buena internada al área, Krul detenía su remate con la pierna. El ritmo siguió alto pero los ataques reds se estrellaban ante una pared blanquinegra, muchas imprecisiones en el último pase por parte de Sahin y Gerrard. Suso se combinó muy bien con Gerrard durante todo el primer tiempo, y en los minutos finales, una habilitación del capitán permitió al español internarse en el área, dejar a un defensor en el suelo pero su remate como tantos por parte de los reds, se fue desviado a córner. Cuando parecía que el primer tiempo se iría 0-0, en el minuto 43, una jugada de Ben Arfa que había estado poco participativo por un buen trabajo de José Enrique, le gana el duelo al español, llegaba a línea de fondo y lanzaba un centro pasado que Cabaye controlaba y mandaba un remate potentísimo que vencía a Brad Jones, el Liverpool se iba al descanso abajo en el marcador a pesar de ser superior a los magpies.

En los prolegómenos del encuentro Gerrard recibía de manos de Gary McAllister un premio por sus 600 partidos como red.

El segundo tiempo arrancó de igual forma que el primero, el Liverpool atacando con todo pero sin acierto. El Newcastle aguantaba las embestidas de los rojos con un Taylor y un Coloccini sufriendo ante un imparable Suárez. Rodgers movió el banco, se retiró Suso y entró Shelvey y un minuto más tarde, un gran pase largo desde la defensa de José Enrique para el uruguayo, el charrúa la controló y bajó de manera sublime, perfecta; para posteriormente quitarse a Krul con un drible y anotar el empate. Golazo, y Anfield rugía. El empate sirvió como un detonante, el Liverpool se olvidó del juego de toque y recordó más a ese Liverpool de las remontadas europeas, pasión y garra. Tan sólo un minuto después del empate, Suárez nuevamente, el uruguayo que había sido una pesadilla durante todo el partido para la defensa visitante, se quitó a Coloccini con una jugada espectacular para dejar el balón atrás a Shelvey, que solo debía empujarla dentro, pero el joven red apenas hizo contacto con el balón y Krul se hizo con éste.

11 puntos en 10 partidos, pobre bagaje para los reds 

En el minuto 75, una contra 3 contra 3, Suárez por el medio con Shelvey por la izquierda y Sterling por la derecha, la defensa toon se fue con Shelvey, Suárez dejó para Raheem que se tomó un segundo de más, dándole tiempo a Taylor para recuperarse y bloquear lo que era el 2-1 para los reds. Cerca del final, el Newcastle se quedaba con diez debido a una agresión de Coloccini, el defensa argentino iba con los tacos arriba, por suerte no pudo conectar de lleno con el uruguayo y veía la bocana de vestuarios. 5 minutos quedaban , y el Liverpool contaba con un hombre más. En un balón al área que ganaba una vez más la defensa del Newcastle, como lo hizo todo el partido, el rechace le quedaba a Shelvey que remataba de primera y Krul detenía. Ya en tiempo de descuento, nuevamente otro tiro libre lejano, Suárez cobraba, pegaba un defensor, el balón rebotaba, pasaba sobre Krul y daba en el travesaño para la agonía de Anfield.

Se repitió la tónica de dominar por amplios períodos de tiempo sin ser capaces de anotar para posteriormente conceder. Es algo que ya puede decirse que se convierte en rutina para los reds, que han tenido uno de sus peores arranques defensivos en la historia, pero hoy existió ese fuego y espíritu de lucha que parecía se había diluido en los últimos tiempos. Anfield empujó como un jugador más y el equipo trató de lograrlo. Frustra quedarse corto, pero el espíritu combativo que se vio en el partido es algo que vale la pena destacar.  El Liverpool llega a 11 puntos y se ubica en la posición 12 en la clasificación.

FICHA DEL PARTIDO

4 de Noviembre del 2012, Anfield, 44.803 espectadores.

LIVERPOOL:    Jones, Jose Enrique, Agger, Skrtel, Wisdom, Sahin (Downing 74’), Gerrard, Allen, Sterling, Suarez, Suso (Shelvey 65’)

NEWCASTLE:   Krul, Anita, S.Taylor, Coloccini, Santon, Perch (Simpson 26’), Cabaye (Fergusson 68’), Gutierrez, Ben Arfa, Cisse, Demba Ba (S.Ameobi 49’)

Arbitro: Anthony Taylor, amonestó a Santon, y expulsó a Coloccini por el Newcastle y a nadie del Liverpool fue amonestado.

Goles:

0-1 Yohan Cabaye min. 43

1-1 Luis Suárez min. 67

LAS NOTAS DE ESTO ES ANFIELD.

"KING" KENNY DALGLISH: Luis Suárez. Siempre incisivo el charrúa, una pesadilla para el fondo toon, anotó el empate, ocasionó una expulsión, le pudieron haber dado un penal y sirvió lo que era la victoria.

CALIDAD JOHN BARNES: Luis Suárez. Sublime el uruguayo en el gol, la forma en que bajó el balón tras el pase largo de José Enrique ganándole la espalda a la defensa y posteriormente quitándose al arquero haciéndolo parecer muy fácil, son cosas que pocos pueden hacer.

CALAMITY DAY: Jonjo Shelvey. El joven inglés tuvo la victoria en más de una ocasión. La que le dejaba Suárez servida y no pudo conectar. Sus remates de derecha y cabeza ambos a las manos de Krul y en el último suspiro nuevamente no pudo conectar el balón que posteriormente se iría contra el travesaño.

RASCA RAZOR: Fabricio Coloccini. El central argentino perdió la paciencia con Suárez y su agresión con los tapones por alto le valió la roja. Además, pudo haberle cometido penal al charrúa apenas comenzando el partido pero el árbitro no dio nada.