Liverpool 2-2 Chelsea
En el 96, por los 96.
Liverpool y Chelsea dirimieron un nuevo "clásico" (obsérvese el entrecomillado) acorde a los disputados en los últimos tiempos pleno de aspectos a destacar. Reencuentros, emocionados tributos, intensidad máxima, polémicas, voleibol en el propio área, bocados de irresponsabilidad y gol salvador en un minuto tan especial, en una jornada tan especial, como es el 96. Ha sucedido tanto que al final ambos equipos se han debido contentar con un punto para cada uno, que es insuficiente para los objetivos de ambos. La semana se presume calentita en el seno del club de Anfield, ante el incomprensible comportamiento de Luis Suárez. Tan caliente en Anfield, como frio en los despachos de la FA que actuará, presumiblemente, con suma dureza sobre el jugador uruguayo por su mordisco a Ivanovic.
Por Stubbins. (@El_Stubbins)
El previo al partido ante el Chelsea se presentaba con múltiples actos. Por una parte, los supporters recibían por primera vez en Anfield a un mito y leyenda Red como Rafa Benítez, actuando en el bando contrario como rival. Como no podía ser de otro modo, Anfield nunca olvida a aquellos que han hecho del nombre del Liverpool Football Club, una auténtica institución a nivel mundial. La ovación y los continuos cánticos hacia el entrenador español han sido absolutamente perceptibles y generalizados. Más aún, cuando durante la mañana se ha conocido que Benítez abandonó en la noche de ayer la concentración del Chelsea para acudir en solitario al Hillsborough Memorial y depositar un ramo de flores por los 96 y una rosa en homenaje individual a la otra protagonista del previo del partido. Anne Williams.
La luchadora madre que buscó la justicia hallando a tiempo la verdad, sobre la muerte de su hijo Kevin la trágica tarde del 15 de abril de 1989 en Hillsborough, ha recibido una ovación atronadora que ha sido acompañada por gritos de "Justice For The 96". Por más emocionante y sentido que haya sido el tributo de Anfield hacia la mujer que fallecía la pasada semana a consecuencia de un cáncer terminal, parece poco para esta mujer infatigable en aras de la búsqueda de la Justicia y la Verdad. Ese minuto de aplausos, también fue dedicado a las víctimas por el atentado de Boston de esta misma semana.
Partido de gran tacticismo.
Reconocimientos y homenajes a parte, el verdadero orígen y razón de la cita esta tarde en Anfield era un partido de fútbol. Y qué partido. El Liverpool salía en tromba en unos minutos inciiales plenos de ritmo y un ritmo vertigínoso. Como la gaseosa, poco a poco se disiparía esa intensidad, ante el buen hacer y buena colocación del Chelsea de Rafa Benítez. Poco a poco pero sin pausa, los Blues hacían suyo el partido. Sus posesiones de balón eran más claras, y en cuánto perdían el balón, la presión ejercida sobre los jugadores del Liverpool era efectiva y precisa. Algo que los supporters del Liverpool conocemos muy bien bajo la batuta de Benítez. Algo que ha propiciado los cánticos de reconocimiento hacia Benítez, que éste ha agradecido. Claro que The Kop dando una vez más demostraciones de su sabiduría, tras el cántico hacia Rafa, ha entonado el "There's only one Brendan Rodgers" dando ánimos al actual técnico. The Kop y su cultura futbolística son únicos.
El partido pintaba mal para el Liverpool. El Chelsea cerraba todas las puertas de creación a los de Rodgers con una presión perfectamente diseñada. Fruto de esa presión y gracias a la creatividad de su trio de mediapuntas con Oscar, Mata y sobre todo Hazard, los del Bridge se plantaban como querían ante la meta de Reina. Por suerte sin poder perforarla con esas acciones. El Chelsea tuvo que hacer uso de las acciones que más daño hacen a la defensa de los Anfield para abrir la lata. Las jugadas a balón parado.
Un córner dejaba en evidencia nuevamente a la defensa Red en las jugadas de estrategia o "set pieces". Mata sacaba el córner al primer palo, dónde Oscar remataba solo sin marcaje, ayudado por la ausencia en los postes de un defensa. Errores de bulto y de principiante. Inadmisible para un equipo profesional, sea cual sea su categoria. El Liverpool lleva años padeciendo ese mal y ningún técnico ha puesto remedio a algo tan evidente.
Con Sturridge llegó la reacción.
Las cosas no funcionaban y era claro que el Liverpool requería un cambio radical. Rodgers no se lo pensó y optó por dar entrada a Sturridge por un desdibujado Coutinho. La entrada del delantero inglés fue todo un acierto. Su efectividad, inmediata. En menos de 5 minutos de las botas del ex del Chelsea surgieron varias oportunidades que fructificarían finalmente en el gol del empate. Un centro preciso y templado de Suárez era remachado a bote pronto por Sturridge estableciendo el 1-1. Anfield se venía a bajo.
Luis Suárez, para lo malo, lo injustificable... y lo bueno.
Pero cuando todo se había reconducido y se presagiaba la remontada, llegó una acción tan infantil, como incomprensible de Luis Suárez. Una vez más, en una jugada de córner, el Liverpool caía víctima de su mal hacer. Esta vez por una mano del 7 Red tan evidente como innecesaria. El penalty era indiscutible. Hazard no desaprovechaba el regalo y devolvía desde los 11 metros la ventaja para los visitantes.
No acabaría aquí el repertorio de acciones negativas de Luis Suárez. Esta vez, más que acción negativa, una acción injustificable y deplorable. A buen seguro, consciente de su error anterior, Luis Suárez finalizó una pugna con Ivanovic, propinándole un claro mordisco al jugador serbio del Chelsea. Una vez más, el jugador uruguayo no supo canalizar su frustración y perdió los papeles de forma absolutamente infantil y ruín. Una acción que traerá cola durante la semana que mañana empieza y que dejamos a juicio de los supporters.
Episodios negativos a parte, el Liverpool buscó el empate con ahinco. Rodgers daba entrada a Shelvey que dispuso de dos buenas ocasiones para establecer la igualada, pero no supo concretar su remate. Al final, en el último suspiro y curiosamenten en el minuto 96, un balón colgado por Daniel Sturridge encontraba la cabeza de Luis Suárez para poner el empate a 2 en el luminoso. Esa cabeza divina, pero a la vez tan llena de insensateces. Es lo que tienen los genios. Pero no por ello, se debe de mirar a otro lado.
FICHA DEL PARTIDO
21 de Abril del 2013
LIVERPOOL 2-2 CHELSEA
LIVERPOOL: Reina, Johnson, Jose Enrique, Agger, Carragher, Gerrard, Phillippe Coutinho (Sturridge min. 46), Henderson, Downing (Shelvey min.80), Lucas, Suárez.
CHELSEA: Cech, Ivanovic, David Luiz, Azpilicueta,Bertrand, Ramires,Mata (Lampard min.90), Oscar (Moses min. 83), Mikel, Hazard (Benayoun min.78), Torres.
GOLES:
0-1 Oscar min.26
1-1 Sturridge min.52
1-2 Hazard (p) min.57
2-2 Suárez min.96
ARBITRO: Kevin Friend, amonestó por parte del Liverpool a Carragher, Henderson, Shelvey, Lucas y Suárez, por parte del Chelsea a Azpilicueta y Torres.
ESTADIO: Anfield, 45.009 espectadores.
"KING" KENNY DALGLISH: Daniel Sturridge. Fue el revulsivo necesario para un Liverpool que se vió sometido a la gran presión del Chelsea. Su entrada fue determinante en el marcador, primero con el gol que igualaba el partido, y luego con la asistencia a Suárez que daba al Liverpool un punto.
CALIDAD JOHN BARNES: Eden Hazard. En un Chelsea sin creatividad ni tempo en el medio campo, los Hazard y Mata deben multiplicarse para llevar el balón al área rival. El belga en varias jugadas dió muestras del porqué de su nominación a jugador del año.
"CALAMITY" JAMES: La defensa Red en jugadas a balón parado. Es un mal endémico que no se subsana. Todo balón colgado a balón parado al interior del área del Liverpool acaba en jugada de peligro, cuando no, en gol. Los errores se repiten partido, tras partido y nadie lo remedia. Los puntos perdidos en estas acciones son innumerables.
"RAZOR" RUDDOCK: Luis Suárez. Su mordisco a Ivanovic no puede encontrar un adjetivo calificativo que no sea negativo. Otro incidente a sumar a un largo historial. Así no, Luis.
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