Con las bases en su lugar.

Por Jorge De Castro (@jorge_decastro)

Desde un inicio se sabía que la 2012-2013 iba a ser una temporada de reestructuración. Un nuevo proyecto con un nuevo entrenador, otra visión. Brendan Rodgers llegaba del Swansea luego de hacer una buena campaña con el recién ascendido equipo Galés que enamoró a media Europa con su estilo de juego, ofensivo y de mucho toque. Su misión era traer dicho estilo de juego a Merseyside, el “pass and move” del imponente Liverpool de los 80s.

Brendan Rodgers

La llegada de Brendan Rodgers desde al Swansea, con todos los respetos que merecen los Swans, un equipo humilde, a un histórico como el Liverpool, representaba un reto monumental para el técnico nacido en Irlanda del Norte. En las primeras de cambio la adaptación a la propuesta de Rodgers fue difícil, y llevo algo de tiempo, al cabo de que la primera victoria por Premier League se hizo esperar hasta la sexta jornada luego de un inicio durísimo donde se le tuvo que hacer frente a los clubes de Manchester y al Arsenal. La apuesta de Rodgers por el toque y la posesión era evidente, gran parte del juego de los Reds a inicios de la campaña pasaba por el cerebro de Joe Allen y los pies de Suárez. Al equipo le faltaba mucho, dominaba la posesión la mayor parte del tiempo, pero le faltaba mordida en el frente de ataque. 

“Ese es el problema de ser entrenador – es como construir un avión mientras está volando.”

Un gran mérito que merece Brendan Rodgers es el recuperar el nivel de jugadores que en la campaña anterior habían quedado en deuda. El documental “Being Liverpool” dejó ver la anécdota de los 3 sobres de Rodgers, en los que se encontraban los nombres de 3 jugadores que iban encaminados a dejar el equipo a menos que empezaran a ofrecer un poco más. El saber si realmente habían 3 nombres en esos sobres o no, no podrá saberse, el hecho es que la táctica usada por el técnico norirlandés sumados a ciertos movimientos tácticos, fueron de enorme ayuda para un grupo de jugadores y merecen gran reconocimiento. 

Dos casos en particular llaman la atención:

Caso José Enrique – Downing: “El Toro” había impresionado a inicios de su primera temporada con los Reds, pero al llegar enero, su forma se desplomó como todo el equipo de King Kenny Dalglish; mientras tanto, Stewart Downing fue quizás el jugador más criticado la pasada campaña hasta el punto de ser señalado por su falta de entrega por la afición. Rodgers apostó por una táctica particular, el cambiarlos de posición. Primero Downing como lateral reforzando el sentido de entrega del extremo. Luego José Enrique como extremo con el fin de que el español recuperara su confianza para ir al ataque. El compromiso y sacrificio de Downing desde el encuentro ante el Hearts hasta final de temporada fue admirable, y la forma de José Enrique volvería a ser aquella que lo trajo a los Reds.

Caso Henderson - Shelvey: Quizás uno de los más acusados por la afición la pasada campaña, y sin razones de peso, fue Jordan Henderson. Brendan Rodgers manejó al duo Shelvey-Henderson de gran manera cuando la forma Joe Allen empezaba a caer por el desgaste de los primeros meses de la campaña. Les dio libertades en ataque, y aunque la forma de Shelvey se estancó y quizás acusó mucho de su ímpetu e inobediencia táctica, lo de Henderson fue destacado. Su asociación con el trío de ataque fue brillante y para una postal quedan partidos como el del Emirates. Rodgers recompensaría a Henderson haciéndolo uno de los fijos en el centro del campo.

“A los perros se les entrena. A mí me gusta educar jugadores.”

Otro de los grandes méritos de Rodgers es el haber creído en los jóvenes sin importar que tan grande fuese el partido (Suso – Manchester United, Wisdom – Everton). Y es que las adiciones desde la cantera fueron vitales temprano en la temporada con los aportes de Sterling, Suso y Wisdom. Rodgers los hizo debutar ( Sterling había debutado bajo Dalglish)y luego los ató con nuevos contratos y supo manejar bien a Sterling, dándole descanso sobre el final de la campaña debido a la fatiga presentado por el joven nacido en Jamaica.

“Yo creo que un jugador joven correra a través de una cerca de alambre de púas por ti. Un jugador mayor busca un hoyo en la cerca, el tratará y encontrará la forma de pasar de alguna manera, pero el joven luchará por ti.”

El proyecto de Rodgers tomó forma sobre el inicio del 2013 y las estadísticas lo respaldan: 9 puntos más que la pasada campaña, 24 goles más y 4 partidos más con el arco en cero que en la 2011-2012. Los fichajes en enero le dieron ese extra que necesitaba el esquema del norirlandés, y es que la forma que tuvieron los Reds desde Febrero era la de un equipo de Top 4, solo Arsenal, Chelsea y Tottenham sacaron más puntos que los Reds en sus últimos 12 partidos de liga. Además, se recuperó el factor Anfield, consiguiéndose 3 victorias más que la pasada campaña, sostenidas en un total de 33 goles goles en casa comparados con los 24 de hace un año.

“Quiero usar el apoyo increíble para hacer la visita a Anfield, los 90 minutos más largos en la vida de un rival.”

En declaraciones recientes, Rodgers ha dicho que este año ha representado una curva de aprendizaje importante para él, y que la temporada que viene lo verá como un entrenador mucho más preparado para el reto; además asegura que está consciente de las expectativas para el nuevo período luego una temporada de transición, y que una de las claves para el equipo será el mantener una mentalidad ganadora con el fin de adquirir esa consistencia de la cual carece hoy en día el Liverpool. El trabajo de recrutamieto se basará en esto, identificar jugadores con la mentalidad adecuada, y es que con el primer fichaje temprano de Kolo Touré, queda en evidencia lo dicho por Rodgers, fichando un ganador nato, quien fuese líder en el vestuario citizen . A todo esto se le suma el trabajo en conjunto con el psicólogo deportivo Steve Peters, quién ya ha empezado a trabajar con Luis Suárez luego de su lamentable episodio con Ivanovic. Es así que Rodgers apunta a una temporada más sólida, haciendo ajustes en el staff, y en la red de scouts, habiendo traído varios de estos procedentes del Manchester City, los cuales sin lugar a dudas deben haber tenido mucho que ver en la llegada de Touré.

El fútbol moderno es víctima de jeques y magnates que a base de inyecciones desorbitadas de dinero buscan el éxito instantáneo. En Liverpool se apuesta por un proyecto institucional que nace desde la cantera y se apuesta por una nueva política de fichajes para tratar de corregir los errores pasados. Brendan Rodgers tiene un discurso excepcional, sin lugar a dudas invita a creer en él y en su proyecto, pero las palabras se las lleva el viento y al final quedan los hechos, y ahí están. El progreso con respecto a la pasada campaña es evidente, FSG apostó por un proyecto inicialmente a 3 años y Rodgers y sus jugadores han repetido a lo largo de la campaña que este año se trataba de adaptación y construir para el futuro; el Liverpool que ha finalizado la 2012-2013 es mucho más prometedor de lo que era su predecesor y Brendan Rodgers ya ha dicho que la próxima temporada el equipo peleará por el Top 4.

“No dejaré ni una piedra si mover en mi búsqueda – y esa búsqueda no tendrá descanso – para tratar de poner al Liverpool de nuevo en el mapa como un club de fútbol exitoso.”