Jimmy Payne, Merseyside Matthews.

by - septiembre 10, 2013


Con el siete a la espalda, Jimmy Payne. 



Tarde lluviosa, Wembley se engalanaba para recibir a dos grandes conjuntos, Arsenal y Liverpool se habían enfrentado dos veces en la temporada y las dos cayeron de nuestro bando, era complicado conseguir una ticket para tan magno evento, allí los focos se los llevaban dos grandes figuras, Stubbins o Liddell, pero allí en el vestuario del estadio de las torres gemelas, un jugador de Bottle que portaba el número siete, no se daría por vencido, aquel portador de tal número no era otro que Jimmy Payne, el otro gran jugador nacido en Bootle, porque hubo un tiempo en que el fútbol se jugaba con barro, botas pesadas y con héroes. 

Por George Olmos (@george_olmos)

La historia del Liverpool se ha construido también de nombres que no serán tan populares, uno de ellos fue Jimmy Payne, no solo Jamie Carragher ha sido uno de los más destacados jugadores del Liverpool que han nacido en Bootle, un diminuto jugador, que corría como el viento, pegado en su banda derecha, allí hacía diabluras el jugador al que Anfield conoció como el “Merseyside Matthews”.

Era rápido como el viento, eso pudieron ver el 11 de septiembre de 1948, aquel día Anfield pudo ver aquel jugador, muchos vieron en él a Stanley Matthews, pero ese parecido físico, no le hizo ningún bien al joven jugador. La historia de Payne con el Liverpool comenzó en 1942 cuando entraría como aficionado a las filas reds, su contrato profesional le llegaría 2 años después, pero hasta 6 años después George Kay no le daría la oportunidad con el primer equipo, en el partido contra el Bolton, una mes después marcaría su primer gol, cuando el partido estaba abocado a una derrota ante los blues de William Birrell, allí como una bala aparecía Payne para en el minuto 87 dar el empate y salvar a los Reds de una nueva derrota.


Payne, estuvo en una de las grandes plantillas del Liverpool, la compuesta por Liddell, Paisley o Stubbins, aquí sentado, el primero de la izquierda.

A partir de aquel momento se convirtió en un habitual en las alineaciones de Kay y formaría una gran dupla con Jack Balmer, sirviendo balones a Billy Liddell. Payen contribuyo a que su buen papel llevará a los reds a la final de la Fa Cup de 1950, siendo la primera vez que los reds pisaban Wembley. Los reds perderían aquel partido, pero su gran temporada le valió una llamada con el combinado nacional, algo muy difícil pensando que en aquella época estaba el majestuoso Matthews y el Preston North End dominaban los puestos punteros en la selección de los "Three Lions". 

Aquella final de la Fa Cup que no ganarían pero que les haría ser héroes para la gente de Liverpool. Payne apunto de marcar a George Swindin.

Payne siguió progresando con el conjunto Red, se había convertido en un ídolo para la parroquia que iba a Anfield, sin embargo en la temporada 1951-52, Don Welsh le cambio de banda y empezó a bajar su rendimiento, las lesiones comenzaron hacer mella en el jugador de Bootle, le devolvieron a su hábitat natural pero nunca volvió a ser el mismo, encima las cosas no iban saliendo bien en el club y el equipo se iba hundiendo poco a poco en los puestos últimos de la clasificación, como os decíamos la lesiones hacían mella en el extremo, el club pensó en firmar un nuevo jugador, Brian Jackson que venía del Leyton Orient.

"The Wizard on the wing"

El equipo bajo a segunda división, cada vez tenía menos minutos por la llegada de Brian Jackson, pensó en cruzar Stanley Park y firmar por el Everton por 5.000 libras, se despedía del Liverpool tras 245 partidos y 45 goles para los Reds.

Su paso al Everton no fue como pensaba y las lesiones del pasado no le dejaron dar ese futbol que maravillo por la banda derecha de Anfield, en 1957 a la edad de 31 años dejaba el fútbol para dedicarse a un negocio familiar en su Bootle natal, el 22 de Enero de 2013 moría a la edad de 86 años, el último superviviente de aquella final de 1950, el primero que portó uno de los dorsales míticos del Liverpool, el siete lució en su espalda, los más viejos del lugar aún recuerdan aquella alineación:  Sidlow, Lambert, Spicer, Taylor, Jones, Hughes, Payne, Baron, Stubbins, Fagan, Liddell. Porque como dijo Albert Stubbins:  “Prefiero ir y perder que no llegar nunca, porque jugar la final de la Copa FA fue una experiencia maravillosa.”



Porque Liverpool también tuvo su Stanley Mattews

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