LFC Rewinds: Ajax - Liverpool (1966) - The Fog Game
The Fog Game
Hoy os vamos a hablar de un partido que no quedará para la historia como el
que mejor recuerden los aficionados reds, ni tampoco creemos que lo
recuerden muy bien los supporters ajacied, pese a que se disputó en su estadio. El 7 de Diciembre de 1966 los reds
jugaron un partido de Copa de Europa en Amsterdam que hoy en día nunca se hubiera jugado. El encuentro estuvo marcado por la intensa
niebla, y pasó a la historia como “The Fog Game”. Para un imberbe Johan Cruyff fue su mejor eliminatoria.
El equipo entrenado por Bill Shankly
llegaba a esta
competición tras haber ganado la Liga el año anterior, además los
ingleses dominaban el mundo del fútbol ya que venían de haber ganado su
Mundial en casa, por lo que el Liverpool era considerado favorito para
este titulo. Además, en temporadas anteriores, los reds habían
alcanzando las semifinales de la Copa
de Europa en 1965 y la final de la Recopa de Europa en 1966. Era un
equipo en el
que sobresalía una gran línea defensiva (Lawler, Ron Yeats, Tommy Smith y Bobby
Graham), con un buen centro del campo y los goles de Roger Hunt e Ian St.John.
Aquel gran equipo se enfrentaba a un buen conjunto que estaba en
formación, aunque todavía los jugadores no eran muy conocidos, como
decía Roger
Hunt; “Poco se sabía sobre el Ajax en esos días, pero eran un equipo mucho mejor
de lo que imaginábamos. Cruyff era absolutamente maravilloso, obviamente, una
estrella mundial en ciernes.". No en vano, ese Ajax de Amsterdam de Michels sería el germen de la naranja mecánica. En ese equipo, llamados los
“Hijos de los Dioses”, ya empezaba a
destacar un jovencísimo (19 años) Johan Cruyff. El genio holandés, con el 9 a la espalda, ya mostraba maneras de lo gran jugador que sería. Pero
no era el único, también destacaba Klaas Nuninga, y sobresalía Sjaak Swart, un jugador que
marcó una gran época en el cuadro ajacied. Era el comienzo del gran Ajax.
El Liverpool llegaba a este partido de Ámsterdam tras ganar
al Petrolul Ploieşti rumano en una eliminatoria que se tuvo que resolver en un partido
de desempate, que se jugó en el estadio Heysel de Bruselas. Tras superar
este escollo llegó el Ajax. Los ajacied llegaban tras una época bastante revuelta,
no encontraron su juego hasta que Michels cogió las riendas del equipo en 1965.
Ese día sobre Amsterdam se desplegaba una espesa niebla. Tal era
la humedad, que cuenta Sjaak Swart que fue recogido en su casa por su compañero Henk Groot (en aquella época no había ni hoteles de concentración, ni
autobuses que llevaran a los equipos al estadio como hoy en día), y que, una vez llegado a casa de
Swart, el coche de Groot se paró y tuvieron que empujarlo varios kilómetros hasta llegar al
Olympique Stadium. Llegaron tan solo 45 minutos antes de que empezase el partido, pero su
entrenador Michels estaba muy relajado y no se llevaron bronca alguna.
Dio las instrucciones al equipo, sabía que era el partido que estaban buscando
desde hace tiempo, el gran partido para poder poner su nombre en la historia
del fútbol. No hacía falta motivación alguna. Pero si había un jugador que no
necesitaba ninguna arenga, ese era Cees de Wolf, un jugador que no había debutado todavía en el Ajax y al que le llegaba la oportunidad de sustituir a Piet Kiezer
en el lateral izquierdo; “No había jugado todavía en el Ajax y era mi gran
oportunidad”.
En las gradas intentaba encontrar una entrada desesperadamente
un joven jugador de la cantera, Louis Van Gaal, pero pronto se dio cuenta de que la única manera de poder ver en directo y no perderse ni un detalle del evento era
colarse, como él mismo ha contado; “El steward era una persona mayor, así que me deslice por debajo de la puerta y empecé
a correr, sabía que no me perseguiría, ¡ya estaba dentro!”.
Aquel
partido sirvió para enfrentar a dos grandes estrategas,
por un lado Michels, y por otro el gran Shankly. El escocés había visto a
los ajacied contra el Telstar y sólo tenía un hombre en su pensamiento,
Johan Cruyff. Le había cautivado el juego del gran jugador holandés.
En aquella época sólo se retransmitían los partidos en los que el estadio estaba lleno. Un comentarista de la época, Herman
Kuiphof, lo paso mal aquel día para retransmitir dicho encuentro; “Nos comentaron
antes de empezar que la niebla nos iba a dar problemas ese día, pero los meteorólogos dijeron que iba a
desaparecer a lo largo del partido, pero sólo empeoro. Cuando me senté en mi set, vino el presidente a
preguntarme, estaba muy preocupado porque no podía ver nada de nada.”
Se podía haber suspendido el partido pero
tanto Ajax como Liverpool querían jugar. Los reds en principio querían
el
emplazamiento, pero se hubiera jugado al día siguiente y 48 horas
después el Liverpool jugaba un partido muy importante contra el
Manchester
United de Geroge Best, que terminaría empatando en Old Trafford a dos
goles.
Los ajacied vieron que el estadio estaba lleno, y querían protagonizar
una noche gloriosa. El árbitro dio el visto bueno 30 minutos antes de la
hora fijada, y el partido comenzó.
El Ajax jugó entero de blanco para ayudar a encontrase entre
ellos. El partido no comenzó bien para el Liverpool, y en un primer acercamiento
el jugador que debutaba, Cees de Wolf, marcaba en el minuto 3. De Wolf
recordaba aquel gol, pero no cree que muchos se acuerden; “Después de anotar el
gol íbamos de regreso hacía el centro del campo, se oían los cánticos y la
alegría de los nuestros, pero nadie había visto el gol”. Gert Bals el portero del
Ajax comentó que celebró el gol cinco segundos después de marcar su
compañero. El juego se endureció y las
faltas se empezaban a suceder. Con las palabras del médico del Ajax, Salo Muller, se puede entender lo espesa que era la niebla;
“Entré siete veces al campo, y el árbitro nunca me vio hacerlo”. Sjaak Swart
estaba haciendo el partido de su vida. Gracias a una jugada suya llegó el
segundo de los ajacied, su disparo no lo atrapó Lawrence y el rechace lo
recogió Cruyff para hacer el dos a cero. Una vez más, nadie lo vio. Bill Shankly
a la media hora salió al terreno de juego a dar instrucciones; “No se podía ver
nada en absoluto. Estábamos 2-0 abajo, así que salí al terreno de juego para
hablar con mis jugadores, el árbitro ni siquiera me vio”. Entonces llegó el
minuto 38, y Klaas Nuninga marcaría el primero de sus goles. 3-0,
y en ese momento sucedió una cosa increíble, Sjaak Swart había escuchado
el silbato y se
pensó que el descanso había llegado, así que corrió raudo y veloz hacia
el vestuario para ser atendido, estaba solo en el vestuario y un
trabajador del Ajax le dijo “Sjaak!, ¿qué estas haciendo?, el partido se está
jugando!”. El delantero volvió deprisa y justo cuando entró en el terreno de
juego, recibió el balón y se lo pasó a Nuninga que marcaría el 4-0. Con este
resultado al descanso los reds tenían que ir a por un gol en la segunda parte que por lo menos les dejara
posibilidades para poder remontar en la vuelta.
Los reds fueron a por el gol, pero las contras de los
ajacied eran peligrosas, pero ya no tenían nada que perder y se fueron con
todo al ataque. Como era de esperar, llegó el quinto gol, obra de Hendrik
Groot. En el último minuto Lawler conseguía el gol de la honra, el que les
podía hacer soñar en Anfield en una mítica remontada pero, siendo sinceros,
aquella niebla se llevó los sueños de levantar la primera Copa de Europa de un equipo
inglés.
Al terminar el encuentro Shankly pronunció una de sus frases
míticas. El escocés sabía utilizar los mind games como nadie; “No me ha dejado muy
impresionado el Ajax. Tuvieron suerte. La próxima semana en Liverpool vamos
a vencer 7-0. Ha sido ridículo, el Ajax jugó un fútbol defensivo en su propio
terreno. Nosotros.... nunca hemos jugado bien contra equipos defensivos ". Estas palabras se las creyeron los supporters reds que no vieron el
partido, pero también tuvieron
efecto en los ajacied, como reconoció Ton Pronk “Sus palabras tuvieron efecto.
Shankly hizo parecer que nuestra victoria fue una anomalía, por lo tanto
nos motivó”.
Así llegaron al partido de vuelta. Anfield estaba a
reventar. 50.000 almas llevarían en volandas a los reds, pero quien brilló
fue la estrella de Johan Cruyff. Tal era la atmósfera en Anfield que dejó
marcado a uno de los jugadores del Ajax, Sjaak Swart que dijo esto al respecto: “Nunca
lo olvidaré. Allí estábamos., solos en el terreno de juego, frente a The Kop, y
todos empezaron a cantar “You´ll never walk alone”, nunca había escuchado esa
canción, pero me puso la piel de gallina. Siempre he sido seguidor Liverpool
desde entonces". Los reds lo intentaron pero quien primero golpeo fue el
Ajax. Cruyff marcó, luego empataría Roger Hunt. Sin tiempo para recuperarse
los reds sufrían un golpe más de Cruyff que volvía a marcar. El sueño se esfumaba y el
segundo gol de Roger Hunt devolvía otra vez el empate definitivo al marcador. Los reds no
pudieron con el gran equipo que se estaba gestando. Al terminar el encuentro
Shankly como un caballero entró en el vestuario del Ajax y uno por uno fue
dándoles la enhorabuena. Ton Pronk dijo que aquel momento “fue
impresionante. El tipo más grande que he visto en mi vida. Él me dijo: "la
guerra ha terminado y la has ganado”". Cuando el Ajax llegó a Amsterdam había
seguidores esperándoles, en ese momento se dieron cuenta de que podían competir contra los más grandes. Desde aquel día los reds
siguen buscando venganza. ¿Llegará pronto?.
7 de Diciembre del 1966.
Copa de Europa
Segunda Ronda, partido de ida.
Ajax de Amsterdam 5-1 Liverpool
AJAX AMSTERDAM: Gert Bals, Wim Suurbier, Theo van Duivenbode, Frits Soetekouw, Anton Pronk, Bernardus Muller, Jesaia Swart, Hendrik Groot, Johan Cruyff, Klaas Nuninga, Cornelis De Wolf.
Entrenador: Rinuus Michels.
LIVERPOOL: Tommy Lawrence, Chris Lawler, Bobby Graham, Tommy Smith, Ron Yeats, W. Stevenson, Ian Callaghan, Roger Hunt, Ian St. John, Geoff Strong, Peter Thompson.
Entrenador: Bill Shankly.
GOLES:
1-0 Cornelis De Wolf min.3.
2-0 Johan Cruyff min.16.
3-0 Klaas Nuninga min.38.
4-0 Klaas Nuninga min.42.
5-0 Hendrik Groot min.76.
5-1 Chris Lawler min.90
ARBITRO: Antonio Sbardella
ESTADIO: Olympic Stadium 55,722 espectadores.
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