¡Gracias por todo Lucho! ¡YNWA!
El chico de la sangría
El ex futbolista del Liverpool Luis García ha anunciado a
través de su página
web que se retira del fútbol profesional. El jugador español que dejó un
recuerdo maravilloso en Anfield y en todos los corazones reds afirma cerrar un
capítulo en su vida y abrir uno nuevo. Y desde Esto es Anfield lo menos que
podíamos hacer era pasar una cuantas hojas hacia atrás en ese libro y, antes de
que él escriba una nueva página, releer los inolvidables momentos que nos dejó
con la camiseta del Liverpool y en una gran trayectoria profesional.
21:30 horas del 3
de Mayo de 2005. Liverpool, Anfield.
A 22 días del ‘Milagro de Estambul’, la gente sale del estadio feliz, cantando
y jaleando el “You´ll never walk alone”
entremezclándolo con una graciosa cancioncilla dedicada a un futbolista
español: “Luis García, he
drinks Sangría. He
came from Barça to bring us joy. He's five foot seven, he's football heaven. So
please don't take our Luis away”.
Hora y media antes. 19:48 horas del 3 de Mayo de 2005. Liverpool. Anfield está a rebosar con cerca de 40
mil almas que rugen ante la vuelta de la semifinal de la Champions League
frente al Chelsea de Mourinho. Y más que están apunto de rugir,
porque en el minuto cuatro de partido va a ocurrir algo ¿mágico?
Porque si no fue mágico –que para muchos seguidores reds si que lo fue-
al menos podríamos calificarlo de un momento histórico. De esos que son
recordados por mucho tiempo. Es cierto que la final de Champions League
colapsará todos los momentos históricos de aquella edición de la Copa de Europa, pero también lo
es que el Liverpool entrenado por Rafael Benítez vivió en esa competición
varios instantes para la gloria.
Riise sube el balón por banda izquierda.
Da un pase al centro, a Gerrard. El
capitán red levanta el balón con calidad, convirtiéndolo en un sensacional pase
hacia el área, para Milan Baros. El
delantero checo se sitúa mano a mano contra el portero y compatriota Peter Cech. Baros toca la bola que pasa por encima del guardameta. El balón
baja como la nieve, a unos tres o cuatro metros de la línea de gol. John Terry parece llegar para despejar
el esférico y…
“Luis García, he
drinks Sangría. He
came from Barça to bring us joy. He's five foot seven, he's football heaven. So
please don't take our Luis away”.
Aparece Luís García. Aparece
para tocar con la zurda el balón. Delicadamente, como pidiéndole por favor que
se colase hasta el fondo de la red. Terry
consigue interponerse y el esférico le golpea, pero la pelota sigue su
camino hacia la portería. Ya está junto a la línea, apunto de entrar. El corazón
de Anfield se encoge preparándose para explotar de júbilo. Está sobre la línea,
William Gallas hace el último
intento porque no se meta y...
Nunca sabremos si fue gol o no. Es imposible saberlo. El defensa del Chelsea tapa el único plano de las
cámaras de televisión que podrían arrojar algo de luz al asunto. Pero ese gol
subió al marcador y pasó a la historia de la Champions , del Liverpool y del fútbol.
Quizá, ese tanto es uno de los mayores logros personales de Luís García como jugador. El colectivo,
sucederá 22 días después, en Estambul, en esa final en la que fue titular y en
la que lograron uno de los mayores hitos de la historia del fútbol remontando
aquel 0-3 al AC Milan y ganando en
penaltis la quinta copa de Europa para el club de Anfield.
De ningún modo, Luís García Sanz,
había tenido, tuvo ni volvió a tener la importancia en un equipo como la vivida
como jugador red. Nacido en Badalona, estuvo en la cantera del FC Barcelona,
pasó por Toledo, Tenerife y Valladolid –mejorando poco a poco su rendimiento-.
Brilló en el Atlético de Madrid junto con Fernando
Torres, lo que le valió para llegar a ser internacional y para volver a
recalar en el Barcelona y, posteriormente, a sus 24 años, ser traspasado al
Liverpool por 9 millones de Euros. Estará tres temporadas bajo el mando de Rafa Benítez, que le llevó a Inglaterra
porque lo había entrenado en el Tenerife con el que lograron el ascenso a
Primera y en el que Luís metió 16 goles.
En la temporada 2004-2005, la de su debut y en la que levanta la Copa de Europa, se enfundó la
camiseta con el número ‘10’ que había dejado Michael Owen y terminó como uno de los máximos goleadores del
equipo (empatando a 13 tantos con Baros
y Steven Gerrard).
Fue más importante en la Champions
League que en la
Premier , en donde hizo 8 tantos y el Liverpool quedó quinto. En
Europa marcó 5 goles: tres –dos de ellos en la vuelta y el otro en casa- en
octavos de final ante el Bayer
Leverkusen, el espectacular zurdazo que asombró a Anfield en los cuartos de final ante la Juventus de Turín y el decisivo, ya relatado
antes, contra el Chelsea y que hacía
que los reds se impusiesen a los blues en semifinales (0-0 en la ida en Londres
y 1-0 en Liverpool). Ese año fue incluido en el ‘Once ideal’ de la UEFA.
En la 2005-2006 siguió a gran nivel, marcando 11 tantos en todo el año,
lo que ayudó a que el equipo ganase la Supercopa de Europa y, además, finalizase como
campeón de la FA Cup.
En esta competición volvía Luís García
a ‘chuparse el dedo’ (gesto que hacía cuando marcaba), otra vez en semifinales
y otra vez ante el Chelsea, con otro gran gol. Todo ello le valió (junto con
los 3 tantos que marcó en el España-Eslovaquia de la repesca) para que Luís
Aragonés le llevase como pieza clave de la Selección española al Mundial de Alemania.
Tras la Copa
del Mundo llegó su última temporada en Liverpool. Luís rendía a buen nivel, en
un equipo que brillaba sobre todo en Europa. Pero a primeros de Enero de 2007,
en un partido de Copa de la Liga
ante el Arsenal, se rompería el
ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. No volvió a jugar aquél año
en el que Benítez, de nuevo, llevó a los suyos a la final de la Champions. Ese
parón marcó mucho al ‘10’ red, que no recuperó el gran nivel que tuvo antes de
la lesión.
El poso que ‘Lucho’ dejó en
la grada fue la de un jugador llegador, que marcaba con las dos piernas, capaz
de jugar en la media punta, como segundo delantero, en ambas bandas y, sobre
todo, con la cualidad de poder fallar una ocasión clarísima para minutos
después marcar un gol antológicamente bello y complicado.
Después de Anfield jugó otra vez en el Atlético, de ahí se fue al
Racing de Santander y de ahí a Grecia, al Panathinaikos. Y ahora, tras dos
temporadas lanzado a la aventura mexicana en el Puebla FC y en el Pumas ha
decidido colgar definitivamente las botas.
Bastante activo en las redes sociales –twitter- le hemos visto acordándose
muchísimo de los aficionados del Liverpool, recibiendo y devolviendo el cariño
que cualquier seguidor rojo le procesa y siempre atento de los partidos de los
reds. Como el mismo ha indicado en su carta de despedida en donde ha anunciado
su retirada del fútbol, le agradece al club de Anfield todo lo que le dio.:
"Y al Liverpool FC por hacerme pasar a la historia del fútbol
internacional y formar parte de la familia Red para siempre".
Sus números, sus goles y sus títulos hablan de lo que significó su
rápido, apenas tres años, pero intenso paso por el fútbol británico. Pero si
por algo destacó Luís además de por levantar una Champions, por obrar un
milagro en Estambul, ganar una FA, marcar el golazo a la Juventus , marcar –o no-
aquel gol en la semifinal ante el Chelsea…fue por ganarse el corazón de los
ingleses, de los liverpudlians y de los aficionados del Liverpool que
rápidamente acogieron a este bonachón y siempre entregado chico español como
hicieron con todos aquellos españoles (con Xabi Alonso, Josemi, Núñez,
Morientes y más tarde Reina y Arbeloa), de aquel gran Liverpool de Benítez, que
es y será leyenda. Pese a que no vuelva a pisar un césped como profesional ni
Luís, ni Anfield, ni The Kop olvidarán aquel estribillo que
decía en inglés eso de “Luís García, él bebe sangría…”
¡Gracias por todo Lucho! ¡YNWA!
¿Cual fue tu momento que recuerdas de Luis García?
(*) Texto basado en un artículo publicado en la web Fútbol Británico.
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