La Pizarra EEA: Liverpool 2-1 Sunderland

by - marzo 27, 2014


Victoria con poco brillo



Os presentamos a Javi Cordero, nos analizará los partidos del Liverpool , en su blog también podréis ver más análisis de partidos, no sólo Reds, nadie mejor que él para poder analizar un partido desde la “Pizarra”, nos da las claves de la victoria de los Reds ante el Sunderland, el fútbol muchas veces es como el ajedrez, las fichas los jugadores, el tablero, el campo, disfruten. 

Javier Cordero (@Javi15195)

El Liverpool consiguió su quinta victoria consecutiva en liga tras realizar un partido correcto, sin una gran actuación ni un juego atractivo. Los goles de Gerrard y de Sturridge dejaron los tres puntos en Anfield. Brendan Rodgers continuó con el  4-3-1-2, un dibujo que da cierta seguridad defensiva y que tiene algunas lagunas, como veremos posteriormente.

Para analizar lo que fue el partido de los reds, debemos presentar la alineación presentada por Gustavo Poyet y su Sunderland: un 3-5-2 con Dossena y Bardsley de carrileros, un mediapunta como Giacherinni y dos puntas para jugar directo como Wickham y Altidore, hecho que producía que el esquema se alternase con un 3-4-1-2 en muchos tramos del partido. Ante este hecho, el Liverpool encontró bastantes facilidades a la hora de sacar la pelota. Dispuso a jugadores escalonados y amplios, hecho que dificultó la presión de los rokerites. En esta faceta, destacaron Gerrard y los interiores (Henderson-Allen) de manera directa sobre la acción y Coutinho por su mera posición. Veamos una secuencia:

1) Gerrard se introducía entre centrales (salida lavolpiana) para crear superioridad ante Wickham y Altidore.


2) Tras ello, los interiores venían en apoyo y giraban con facilidad. Giacherinni tenía mucho campo para abarcar por lo que apenas dificultaba la salida. En ocasiones el Sunderland no acompañaba la presión de su primera línea, por lo que el equipo se rompía. Debido a ello, los mediocentros tampoco podían salir a por los interiores del Liverpool porque Coutinho acechaba entre líneas y podía quedar como hombre libre tras buscar a otro compañero y dársela posteriormente al brasileño. Por ello, los visitantes dejaron facilidades en la salida y pretendieron cerrar espacios en campo propio.


Con el equipo rojo ya en campo contrario, se encontró un problema que radica principalmente en el esquema y en el lateral izquierdo, Jon Flanagan. El joven defensor es un futbolista correcto, aplicado defensivamente, pero no aporta lo necesario en ataque desde la banda izquierda. Esto tuvo su repercusión en el ataque del equipo en todo el primer tiempo. Veamos los hechos:

- El equipo cargaba la zona derecha. Cuando el equipo de Anfield tocaba por la izquierda, no encontraba profundidad, por lo que debían girar y atacar por la banda de Glen Johnson. Elaboraciones asimétricas en las que apenas pudieron girar a la defensa del Sunderland.


- El Liverpool intentó estirar la defensa rival colocando momentáneamente a algunos futbolistas escorados a la izquierda, pero ante la línea de 5 hombres del Sunderland, el objetivo fue en vano. Suárez o Allen entre otros no consiguieron lo esperado con su posición: ninguno de ellos es un jugador para pegarse a la banda y eso repercutió negativamente en la búsqueda del gol



- Glen Johnson, el salvavidas. Si antes comentábamos que el esquema tiene una laguna importante en la banda izquierda, en la banda contraria es una fuente de recursos. Este dibujo requiere que los laterales den esa amplitud y profundidad por banda para poder encontrar espacio por dentro. Ahí Johnson se desenvuelve de manera magistral. Actuó más como extremo que como lateral, y a partir de sus jugadas llegó el peligro del Liverpool en los ataque posicionales. Buscó desbordar a Dossena, centros al área y asociaciones con los jugadores cercanos (Sturridge, Coutinho, Henderson) bien para generar peligro por dentro o bien para buscar el dos para uno y progresar por fuera.

Defensivamente, el equipo se organizó en un 4-3-1-2 en el que cerró bien el espacio entre defensas y mediocampistas. El Sunderland apenas asoló la portería de Mignolet en el primer tiempo: buscó el juego directo hacia sus delanteros y ahí la línea de cuatro se mantuvo bastante sobria.


En el segundo tiempo, Sturridge marcó el segundo gol y dejó casi sentenciado el partido. Mientras tanto Suárez se pegó alguna vez a la banda izquierda y el equipo empezó a encontrar huecos por dentro, donde Coutinho dio un recital en regates, pases y conducciones. También el uruguayo hizo alguna diagonal con balón peligrosa que a punto estuvo de acabar en gol.


Sin embargo, los locales tuvieron algunos momentos de desconexión y de sufrimiento: encajaron un gol en que a punto estuvo de costarle los tres puntos en los últimos minutos del encuentro. Y el tanto de Ki llegó en una de las facetas donde la defensa del Liverpool tiene más problemas: en los centros al área, tanto en juego como a balón parado. En este caso, un saque de esquina peinado desde el primer palo le caí a la cabeza del surcoreano y acortaba distancias en el marcador. El problema de las marcas en estas acciones volvió a aparecer.


Para evitar males mayores, Brendan Rodgers sustituyó a Sturridge por Sterling y el equipo pasó a formar un 4-1-4-1 para ganar la batalla en el mediocampo al sumar un efectivo más en la zona con respecto al esquema anterior: Gerrard como mediocentro custodiando las espaldas de Henderson y Allen, con Coutinho y Sterling custodiando los pasillos exteriores y con Suárez como único hombre en punta.


Finalmente, los tres puntos se quedaron en Anfield y el equipo red se mantiene fuerte en la lucha por conseguir la liga y, por ende, una plaza en la próxima edición de la Champions League.


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