"Vértigo y fantasía"

41 millones de euros. Esa ha sido la cifra por la que Roberto Firmino ha pasado de la Bundesliga a la Premier. Se trata, pues, de uno de los fichajes más caros hasta el momento en el mercado estival inglés. Internacional con Brasil pese a jugar en un equipo de media tabla (alta) en la liga alemana a uno en los clubes con más historia en el fútbol europeo. Se trata de un salto cualitativo para el propio Firmino, así como para la Liga inglesa.

 - Origen - 

Los primeros pasos de Roberto fueron en su ciudad natal, Maceio (capital de uno de los estados más pequeños de Brasil, Alagoas), donde se enroló en las filas del Clube Regatas Brasil (modesto club a nivel nacional, pero grande en el estatal) que actualmente juega en la tercera categoría del fútbol nacional brasileño. Entre derbi y derbi con el Club Sportivo Alagoano, el Figueirense no pudo evitar fijarse en el talento del entonces jovencísimo jugador alagoano, al que incorporó en 2008 para jugar en su filial. Al año siguiente, debutó en el primer equipo de la mano de Marcio Araújo, para intentar ascender al equipo de Florianópolis a la máxima categoría la temporada siguiente, temporada en donde Firmino resultó determinante, hasta que Ralf Ragnick se lo llevó a Alemania en 2010 por un precio de 5 millones de euros. Esa misma temporada, el Figueirense ascendería, en gran parte, por las notables actuaciones de Firmino. El mediapunta se fue de su país natal sin haber debutado en la primera división. En el Rhein-Neckar Arena se ha convertido en una figura imprescindible en el panorama futbolístico alemán, a pesar de que el Hoffenheim no ha conseguido alcanzar su objetivo prioritario: asentarse en la parte noble/puestos europeos de la Bundesliga, a pesar de la inversión en talento joven e invertir en jugadores poco conocidos para revenderlos luego por precios mucho más elevados. Su internacionalidad con Brasil en el último año es el premio individual a una trayectoria ascendente en una de las grandes ligas a nivel mundial.

 - Características - 

Futbolisticamente, Roberto Firmino ocupa la posición de mediapunta. Sin embargo, no se trata del clásico mediapunta que enlaza con el centro del campo, sino más bien un segundo punta que actúa con libertad por detrás del delantero centro. Alineado indistintamente en cualquiera de los tres carriles (si bien lo normal es que juegue partiendo desde la izquierda para explotar su “fuera-dentro”), su tendencia natural es finalizar las jugadas, o en su defecto, dar el último pase. Se trata pues, de un segundo punta que puede jugar como extremo izquierdo de clara tendencia interior, pues ahí destaca una de sus mayores virtudes: el gol.

Técnicamente muy dotado (tanto en el gesto como en la conducción), no usa el “dribbling” como adorno para una jugada, sino que solo lo usa como recurso para quitarse de en medio a los rivales a su paso. No es físicamente endeble (1.81 m) y tampoco teme al choque, sobre todo si saca partido de ello. Tiene algunos detalles que casan con el tópico mediapunta brasileño, como la técnica en la conducción o en el golpeo de pelota (algo que le ha servido para ejecutar algún libre directo cercano o jugadas a balón parado donde saca su diestra a relucir), o la frecuente desconexión que genera discontinuidad en el juego o ataques de un equipo. Puede permanecer durante 60 minutos sin recibir una pelota, pero en menos de 10’, generar dos o tres ocasiones de gol claras. Eléctrico y discontinuo, sus virtudes se explotan más en transiciones defensa-ataque de su propio equipo; su agilidad, desequilibrio, desborde y una capacidad efectiva para dar el último pase o marcar, podría encajar perfectamente en un fútbol de tanto vértigo como suele ser el de la Premier League. Es decir: si Firmino brilla, es porque su equipo le acompaña a ese ritmo tan alto. Esto es algo que le ha beneficiado en el Hoffenheim en las últimas dos temporadas, causa probable de que se le haya abierto esta puerta al estrellato en una Liga como la Premier League.

Su entendimiento con una de las grandes promesas (o realidades) del fútbol alemán, Kevin Volland, han marcado su trayectoria en Alemania. Para Firmino es importante entenderse con sus “socios” en ataque. De ahí, que sea importante entenderse con Coutinho y Lallana especialmente (previsiblemente titulares a las órdenes de Rodgers). La complicidad con el antiguo jugador interista va a ser crucial para que en Anfield se vea un fútbol de altos quilates.

Un jugador que guarda mucha similitud con Roberto es Shinji Kagawa. Esto no es síntoma de nada, pese a que la temporada del nipón en Old Trafford fuese mala, el valor del alagoiense es mayor y los 41 millones de euros que han pagado por él (excesivos) así lo refrendan. El tiempo ejercerá de juez, como siempre, si es buen o mal fichaje. Eso sí, las expectativas que se generan sobre él son máximas.