Marko Grujić: patinaje sobre hielo

by - enero 07, 2016


El primer regalo de reyes para Klopp.



Por Javier Cordero (@Javi15195)

El Liverpool recibía en la mañana del 6 de enero su primer souvenir en forma de fichaje invernal. Se trata de Marko Grujić, centrocampista serbio de 19 años que llega procedente del Estrella Roja de Belgrado. Así, Grujić se convierte en el fichaje número uno de la era Klopp. Un fichaje con vista a los próximos años, pues el jugador permanecerá cedido en su club hasta la próxima temporada.

Si podemos establecer un patrón común en la mayoría de los fichajes realizados por la entidad en los últimos años, ese es el que concierne a la juventud e incluso a la inexperiencia. Joe Gómez, Alberto Moreno, Philippe Coutinho, Divock Origi, Danny Ings, Nathaniel Clyne, Emre Can o Daniel Sturridge son futbolistas con poco recorrido en sus carreras y que pretenden dar un paso adelante dentro de las mismas. Así bien, Jürgen Klopp cuenta con una plantilla sedienta de aprendizaje, conocimientos y vivencias dentro del mundo del fútbol. El caso de Marko no se sale del guión, pues su propias circunstancias muestran a un centrocampista de talento con el balón en los pies pero con ciertas asperezas que debe limar de su "yo profesional" para rendir en la élite. Contemos los hechos.




En primer lugar, el conjunto creado por Miodrag Brožović ha sido un auténtico vendaval en la SuperLiga serbia. Con ocho jornadas aún por disputarse, el Estrella Roja es campeón del torneo, habiendo obtenido veinte victorias y dos empates durante el mismo. Posee una ventaja de 25 puntos con respecto al segundo y al tercero, mientras que le saca 26 a su máximo rival, el Partizán de Belgrado, que ahora mismo ocupa el cuarto lugar de la tabla. El técnico serbio dibuja un 4-3-3 en el terreno de juego donde el estilo asociativo juega un papel trascendente. Buena circulación y movilidad para tener dominio por dentro, buen uso de las bandas con extremos verticales y laterales que se incorporan, futbolistas peligrosos con espacios... Entre todo este contexto, Marko Grujić parte como interior derecho en el sistema. Y digo 'parte' porque su rango de acción es amplio: tiene libertad de movimientos. No obstante, su naturaleza parece de mediapunta. Su participación en la salida de pelota desde atrás es poco frecuente y, salvo por su gran cambio de orientación, parece no ser un futbolista destinado a organizar el juego. Él prefiere moverse de lado a lado y participar en los últimos toques. Estamos hablando de un futbolista de 191 centímetros de altura y con buen manejo de pelota, por lo que se convierte en un jugador importante para asentar los ataques arriba, sobretodo jugando de espaldas y siendo receptor de los balones en largo. La esconde con su cuerpo y te la niega con las piernas, tanto girando como haciendo filigranas. Y a ello, le sumamos que es un pasador por encima de la media (7 asistencias hasta el momento) tanto en corto como en largo. Además, su capacidad de golpeo también es buena, por lo que se convierte en una amenaza tanto desde los chuts de media distancia (5 goles) como a balón parado. Su capacidad para generar ocasiones de gol puede ser un aliciente para una plantilla sin demasiado gol en su segunda línea de ataque.



Sin embargo, hay muchas dudas acerca del fichaje de Grujić por los reds. En primer lugar, su madera de competidor. Su equipo se ha impuesto con excesiva suficiencia en el torneo local, lo que denota una gran disparidad en cuanto a nivel entre el Estrella Roja y el resto de los equipos. El joven serbio no ha podido afrontar demasiados retos 'dignos' para poner a prueba su carácter y su fútbol. Porque, si hay otra cosa que desprende su fútbol es frialdad, algo bastante extendido dentro de los futbolistas balcánicos que dan el salto a Europa occidental. La poca conexión con el juego durante muchos tramos del encuentro y un cuestionable trabajo defensivo en términos de empeño e intensidad son algunos de sus antecedentes. Además, su adaptación a la Premier será dura, pues el fervor de los estadios ingleses y su frenesí de acciones y carreras durante los partidos chocan y difieren con la personalidad del chico.


Campeón Mundial Sub-20 con Serbia. 

Estamos en enero pero la realidad dentro de cinco meses puede ser muy distinta. Grujić es un futbolista indefinido y primerizo, lo cual llena de incertidumbre su futuro. Él patina por los hielos de Serbia pero ojo, Klopp está aquí y The Kop va a estar que arde. Deberá ir, poquito a poco, mudando su piel.


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