Anfield Legends: Kevin Keegan

by - mayo 19, 2011


Super Ratón



Kevin Keegan fue el otro gran siete del Liverpool, un jugador distinto. “Gracias” a él vino Kenny Dalglish. Cambió con sus galopadas el fútbol que se conocía, y formó una de las duplas más recordadas por la hinchada de Anfield junto a John Benjamin Toshack.

Por Jorge Olmos
(@george_olmos)

Kevin Keegan nació en Armthorpe cerca de Yorkshire. Se puede decir que fue el otro gran siete del Liverpool, y fue un jugador que marcó una gran época Red.

La historia de su fichaje por parte de Bill Shankly se produjo gracias a una eliminatoria de FA Cup. El conjunto donde militaba Keegan era el Scounthorpe, un equipo de la Cuarta División inglesa, el cual había eliminado anteriormente al Sheffield, y su siguiente contrincante sería el Liverpool de Shankly. En la eliminatoria marcó uno de los goles y su notable partido fue el mejor pasaporte para que el centrocampista, de tan sólo 20 años, fichara por el cuadro de Shankly.

Su debut con el Liverpool no pudo ser mejor, ya que con tan sólo siete minutos en el campo, hizo su primer gol. El sustituto de Roger Hunt no pudo tener un mejor primer día como Red, ese tanto sería el primero de los de los 100 que conseguiría con el equipo de Merseyside, en las seis campañas que Anfield disfrutó con su juego.


Era un jugador menudo (1,62 cm) y con una técnica de regate asombrosa, parecía un jugador latino más que uno inglés. Siempre será recordado por la dupla que formó con el galés John Benjamin Toshack, los cuales fueron llamados muchas veces como "Batman y Robin". Eran dos jugadores contrapuestos, uno alto (Toshack) y otro bajo (Keegan), pero fueron los pioneros de las parejas “pequeño-alto”, que luego se impondría en el panorama europeo y sobre todo en las delanteras de los equipos ingleses.

Kevin Keegan pese a su estatura fue un gran cabeceador, y siempre quedará en la retina de los aficionados reds el gol de cabeza que metió en la enésima jugada con su compañero Toshack en el encuentro contra el Borussia Monchengladbach, o la siempre recordada galopada en la final de la Copa de Europa en Roma, en la que recorrió unos 40 metros, y que propiciaría el penalti, que daría a la postre el 3-1, a tan sólo 8 minutos del final del partido. Phil Neal cerraría el marcador anotando ese penalti.



Keegan fue de los integrantes de ese passing game tan recordado en The Kop. El claro ejemplo de ese estilo de juego se vio en la final de Fa Cup de 1974 contra el Newcastle, donde el encuentro acabó en un 3-0 y Keegan marcó dos de los goles de los de Anfield, pero el que cerraría el marcador fue la oda al passing game.

Su victima favorita era el Leeds United (les marcó 16 goles), pero también donde estaba su “enemigo” Billy Bremmer. El duro jugador tendría un encontronazo con el jugador Red en una Charity Shield, a consecuencia del cual ambos serían expulsados y Keegan se perdería varios partidos.

Se puede decir que fue uno de los primeros grandes jugadores ingleses que jugó fuera de las islas. Cuando dijo que quería irse a jugar a Europa, los aficionados Reds para nada se volvieron contra él, ya que siempre dio el máximo con la camiseta del Liverpool. Su último partido Red fue en aquella final de 1977 y estas fueron sus palabras: “Fue un final perfecto para mí. He jugado mi último partido con el Liverpool. No me arrepiento. Es una manera fantástica de terminar. El presidente me pidió que me quedara para ayudar a ganar la Copa de Europa y he cumplido mi parte del trato”. Puso rumbo hacía Alemania. La ciudad de Hamburgo le esperaba. Allí conseguiría dos balones de Oro y una Copa de Europa más en su palmares.

No quiero pasar por alto su faceta como anunciante fuera del fútbol, ya que Kevin Keegan fue el primer hombre-anuncio, sirva de ejemplo este anuncio donde enseñaba a los jóvenes cómo cruzar las calles.





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