Henry Welfare, el scouser que conquisto Rio.

by - agosto 21, 2013



El profesor scouser que conquisto el Fluminense.



Así de primeras no les sonará el nombre Henry Welfare, no le busquen entre los grandes goleadores del Liverpool o siendo un jugador que marcará una época en el cuadro Red, Welfare es una de esas historias que se deben compartir, en tiempos en los que ni la televisión, ni tener botas de colores o de preocuparnos por quien o qué íbamos a fichar, un scouser marcó una época al otro lado de su casa, Brasil.

Por George Olmos (@george_olmos)

Hace unos días se cumplían años de su nacimiento, este ex delantero del Liverpool que  con sus 190 centímetros se ganaría una prueba con el cuadro red, pero Harry no tuvo suerte en su periplo por el fútbol inglés, tan sólo en el Northern Nomads pudo demostrar sus grandes cifras, en 114 partidos marcaría 119 goles, pero viendo que las cosas se complicaban en Inglaterra, en su posibilidad de ser alguien en el fútbol britanico, decidió hacer las maletas e ir a un nuevo mundo de oportunidades, Brasil le esperaba, pero no para ser futbolista, de primeras.

Welfare en el medio de la imagen, sentado con el Fluminense. 

Llegaba a Brasil para ser profesor  geografía y matemáticas en Gymnasio Anglo American de Rio de Janeiro, en una época en el que el amateurismo en el fútbol estaba a la orden del día, Welfare, era profesor, pero lo que le seguía encantando era darle al cuero. En su etapa en el Liverpool nunca actuó como profesional y si como amateur ( jugó cuatro partidos en los que consiguió tan sólo un gol), en ese momento apareció en su vida el Fluminense, J.A. Quincey-Taylor amigo suyo en la escuela brasileña, se le ocurrió presentarle al entrenador del Flu, el cuadro carioca sería su principio en un fútbol tan distinto como el brasileño, tras varios entrenamientos con el tricolor, hicieron que los técnicos pensaran en este “tanque” de 190 centímetros para su equipo y que podría actuar en la liga brasileña, con tan sólo unos entrenamientos con el segundo equipo, le dieron la oportunidad por parte de los técnicos de poder jugar con el primer equipo, en poco tiempo, su fuerza y altura, sus medidas eran poco habituales en está época en aquellos tiempos y lugares, le vieron como un portento físico y un arma letal de cara al gol.

Su gran estatura le hacía bastantes veces salir en las fotos de la época en las primeras filas, sentado, como aquí en la que está en el medio. 

En un fútbol que estaba empezando a crecer, Harry (como algunos le llegaron a conocer) se encontró con barreras muy comunes en la época, para nada comparables a las de hoy en día, el scouser vivía en el barrio de Gaveá, lugar que le pillaba a desmano para ir a entrenar con el Flu, ni tener que viajar en tranvía o caminar más de una hora para entrenar, harían que Welfare quisiera dar un paso atrás, le gustaba el fútbol, en aquellos años era tal el amateurismo que los jugadores no cobraban ni una remuneración alguna por jugar, defender los colores del Fluminense, ya era bastante jornal, para muchos de ellos, era tal el aura que desprendía Welfare que se convirtió en un ídolo para los aficionados del tricolor, no era el día en que se ofrecían para llevarle su bolsa, camino de casa.

El 31 de Agosto de 1913 debutaba con el Fluminense, no fue el debut soñado, ya que su equipo perdería por un 3-0 ante el Botafogo, pero no tardaría en marcar, al siguiente partido mostraría sus credenciales, marcando los dos goles, en el empate ante Paysandu Cricket.

Los buenos tiempos siguieron de la mano del profesor Welfare, iba cumpliendo metas como la de ser en el Fluminense el máximo goleador en el periplo llamado tricampeonato  (títulos 1917/1918/1919), en esas temporadas marcaría la cifra de 56 goles. Harry no sólo jugó en el aquel tiempo tan sólo el en Fluminense, en aquel tiempo era bastante a menudo que los equipos pudieran pedir jugadores a otros para hacer giras, ya fuera en otros países o provincias, el Flamengo le utilizó en varios partidos en una gira por el Norte de Brasil (Belém) como jugador invitado, en aquel periplo desde Diciembre de 1915 hasta Enero de 1916 anotaría siete goles en cuatros partidos.

El primero a la izquierda, se podía ver que era de los jugadores más alto de la época. 

En 1916 volvería al Fluminense, pero primero el cambio de trabajo y después una lesión de rodilla no le harían tener una regularidad necesaria, pero no le impidió regresar en 1917 a tiempo de conseguir un titulo más con Flu. En diciembre de ese año, se convertiría hasta la fecha en el jugador que más goles hizo con el Fluminense en un partido, marcando 6 goles en la victoria por 11-1 ante el Bangu. Hoy en día sigue siendo el jugador extranjero que más goles marcó en el campeonato brasileño y sigue siendo el jugador que más alto promedio tiene en el Fluminense con 163 goles en 166 partidos. 

Tras ser estrella en los terrenos de juego con el Fluminense, probo hacerlo como entrenador en el Vasco de Gama, equipo con el que fue considerado uno de los mejores entrenadores de Brasil.


Jugaría más de diez años con el Tricolor (1913-1924), se retiraría como lo hacen los grandes goleadores, tras marcar el tanto que daría el campeonato de 1924 ante Flamengo en la victoria por 1-0 al Mengão. Tras aquel partido colgaría las botas, pero no dejaría que su sabiduría se quedará en su lugar de retiro, el 18 de Noviembre de 1926 a los cuarenta años de edad se hacía cargo del Vasco de Gama, de primeras dicho cambio no sentó nada bien a la afición tricolor, el Vascão estaba empezando aunar grandes jugadores y debían tener un gran capitán en este barco, por eso se pensó en Henrysu seriedad, combinada con su experiencia le hizo ser considerado durante varios años en los que estuvo al frente del Vasco de Gama en el mejor entrenador del país. Con el Vascão, consiguió 6 títulos, en un periplo de diez años desde 1927-1937 y volvió en 1940, a sus ordenes tuvo a jugadores como el “Diamante negro” Leônidas,  Russinho, Fausto,  Jaguaré o Domingos da Guia.

La historia de Henry Welfare no podría acabar sin tener al Fluminense presente, sólo el tricolor pudo sacar de su retiro de Angra dos Reis al gran goleador, en julio de 1952 su afición pudo venerar y agradecer al scouser, ese día estuvo rodeado de sus excompañeros. El 1 de septiembre de 1966 moría en el país que le dio cobijo y que le hizo ser una estrella venerada, nadie pensó que aquel barco que saldría de  del Albert Dock en un día de 1913 para llevarle a Rio, al sitió donde un  “tanque inglés” escribiría su nombre en letras de oro en la historia del Fluminense con sus 163 goles en 166 partidos.


Fuentes: marcelodieguez.com.br.


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