Análisis de la temporada "Despertamos del sueño con una sonrisa"
Despertamos del sueño con una sonrisa
El Liverpool volvió a estar en puestos punteros, cumplió
objetivos, algunos de los redactores de Esto es Anfield, nos analizan desde su
perspectiva lo que fue está temporada, si quieres compartir la tuya con
nosotros, envíanosla a nuestro email estoesanfield@gmail.com.
La temporada del Liverpool comenzaba con un objetivo claro,
lograr la clasificación para volver a jugar la máxima competición Europea, la
Champions League. La tarea no iba ser fácil, a priori 6 equipos lucharían por esos 4 puestos que
daban acceso a dicha competición. El Liverpool partía con desventaja respecto a
muchos de sus adversarios directos. Su presupuesto más reducido y su no tan
desorbitada inversión en el mercado veraniego le otorgaban escasas opciones de
lograr el objetivo marcado. Pero la mejoría de juego que la pasada temporada
desarrollaron los de Brendan Rodgers, se ha visto reflejada esta temporada, el
equipo se ha destapado con un fútbol vistoso y de ataque total, con cifras
anotadoras que hace muchísimo tiempo no se veían en Anfield. El Liverpool ha
luchado por el título de la Premier hasta la última jornada y de no ser por un
desgraciado resbalón, 24 años después el título podría haber vuelto a
Liverpool. La temporada en el cómputo general se puede catalogar como muy
exitosa, por que ha pesar de no vencer
el campeonato, el Liverpool con su juego ha encandilado al fútbol Británico,
sus seguidores han vuelto a vibrar con su equipo como hacia años que no lo
hacían, la plantilla sé ha revalorizado y el objetivo marcado a comienzo de
temporada se ha logrado de manera holgada.
El Liverpool comenzó la temporada 2013-14 con el claro
objetivo de retornar a la Champions League. Para tal reto, los mandatarios Reds
depositaron toda su confianza en el técnico norirlandés Brendan Rodgers. La pasada
temporada con el al mando el equipo ya
demostró síntomas de mejoría, que no se vieron reflejados en la
clasificación final.
El comienzo se presumía complicado, a raíz del affaire con
Ivanovic de la pasada temporada Luis Suárez todavía tenía que cumplir con 5
partidos de sanción. El Liverpool no podría contar con su máximo anotador.
Entonces apareció un inconmensurable Sturridge que acepto el reto y consiguió
ser el verdadero protagonista del Liverpool anotando en muchos de los primeros
partidos del Liverpool.
Los de Rodgers lograban encaramarse en la parte alta de la
tabla y una vez cumplida la sanción, la dupla formada por Suárez y Sturridge comenzaba a derribar las defensas
rivales a base de goles. El Liverpool a pesar de no dar muchas garantías en
defensa, lograba paliar esa carencia con un ataque demoledor.
El Liverpool llego a las Navidades en la zona más noble de
la tabla, pero en esas intensas jornadas los de Rodgers, tenían que rendir
visita a campos tan complicados como son los del City y Chelsea. En ambas salió derrotado,
pero a tenor de lo visto en el terreno de juego se vio que la suerte les fue
esquiva.
Los Reds afrontaban la segunda mitad de la temporada, con una desventaja de tres partidos con la
cabeza en la Premier League y eliminados de ambas copas, por el Arsenal en el Emirates
en la Capital League One y por el United en Old Trafford en la FA CUP.
El equipo parecía padecer síntomas de debilidad y los más
pesimistas consideraban que nuevamente el equipo fracasaría en los objetivos
marcados al comienzo de esta.
Pero
nada más lejos de la realidad. Los de Rodgers demostrando un carácter hasta
ahora nunca visto en este elenco de jugadores y empezaron a encadenar una
victoria tras otra. Las victorias llenaban de moral al equipo y la moral traía
más victorias. Hasta el punto de lograr encadenar un total de 12 victorias
consecutivas. Que gracias a ellas el Liverpool volvía a liderar la tabla
faltando tan sólo 3 jornadas, los de
Rodgers dependían de sí mismos para lograr el tan anhelado título de la Premier
League. Pero en el encuentro clave frente al Chelsea de Mourinho, un
desafortunado resbalón de Gerrard hacia que los de azul lograsen marcar. El
Liverpool intentó de todas las maneras posibles igualar el marcador, pero no
fue posible. Los de Rodgers dilapidaban casi todas sus opciones de lograr el
campeonato y ponían en bandeja el título al City, que finalmente se alzó con
el, con una ventaja de dos puntos respecto al Liverpool, que finalizó en la
segunda posición.
El sueño del título se vio truncado, pero una vez pasados
los días, te das cuenta que a pesar del amargor de la derrota, la temporada ha
dejado muchísimas cosas positivas para el Liverpool. En dos temporadas el técnico
ha logrado cambiar la mentalidad del equipo y convertirlo en un equipo ganador,
Gerrard en su nueva demarcación ha sido uno de los mejores jugadores del
campeonato, el Liverpool con Suárez y Sturridge tiene la mejor dupla de
delanteros de Europa y el rendimiento de jugadores jóvenes como Henderson,
Sterling y Flanagan ha sido magnífico.
El Liverpool esta temporada no sólo ha logrado el objetivo
marcado al comienzo de esta, sino que ha logrado volver a ilusionar a Anfield,
con un juego vistoso y alegre.
Los síntomas que este equipo transmite hacen pensar que el
futuro deparara grandes alegrías a la
parroquia Red.
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