The Lads: Mario Balotelli

by - octubre 27, 2014



El polarizante caso de Súper Mario.

 Por Jorge De Castro (@jorge_decastro)

Es difícil recordar en tiempos recientes un jugador que polarizara tanto a la afición como lo ha hecho el italiano Mario Balotelli. Ni el mismo Andy Carroll en sus inicios dividía opiniones en la forma que lo hace el N°45; quizás haya que irse atrás hasta la llegada de Peter Crouch quien no marcó un gol hasta el mes de diciembre, 18 partidos, y fue sometido a un constante escrutinio de la prensa durante semejante racha, aunque probablemente no tan severo como el del italiano debido al historial de ambos. Al final la opinión de la prensa importa poco, y el verdadero juzgado es la afición, y es aquí donde existe una línea claramente marcada, de un lado los que ponen sobre los hombros del italiano todas las cosas que van con el equipo, y del otro lado, aquellos que lo defienden a capa y espada sin importar que haga, o deje de hacer, el atacante italiano. Pero la realidad es que quizás lo mejor sea mantenerse en un punto medio, al menos por ahora…

El señalamiento a Mario Balotelli tras cada mala presentación de los Reds se ha vuelto una constante. La prensa ama a un personaje como Balotelli, y si no pueden tirarlo por el suelo con las excentricidades que hace fuera de la cancha, pues buscan la forma de enlazar su historial con su mal momento para de alguna forma justificar las evidentes carencias del equipo, aunque las más preocupantes de estas estén en el extremo opuesto a la delantera. Tampoco hay que hacerse la vista ciega y taparle todo a Mario; pero lo que se dice en estos momentos del italiano ha pasado de críticas justificadas a un ensañamiento excesivo.

Martin Skrtel, Dejan Lovren, Glen Johnson y Simon Mignolet deben estar aliviados con la presencia del italiano en el equipo ya que todos los focos van hacia él cuando se juega mal, a pesar de las muy malas actuaciones que arrastra el cuarteto defensivo. No es secreto que la zona más débil de la cancha Red es la defensa; podría alegarse que la falta de protección a la defensa por parte del mediocampo la pasada temporada podía ser un factor en la fragilidad defensiva, pero con lo visto esta temporada creo que ese argumento puede desecharse parcialmente, y es que la debilidad e inseguridad del fondo, entre otras cosas, han afectado muchísimo el funcionamiento de todo el colectivo.

Lo malo

Balotelli ha pecado ya en varias ocasiones de individualidad excesiva, pésima toma de decisiones al momento de buscar a sus compañeros y hasta por momentos de una cierta apatía imperdonable para un jugador que viste la camiseta del Liverpool. Aún cuando el servicio para el italiano no ha sido del todo bueno con un Liverpool tan carente de imaginación como en la última temporada de Dalglish, Mario tampoco se ha hecho favores fallando goles a puerta vacía como ante el QPR; tampoco suma puntos al cambiar camisetas con el rival a la vista de todo el mundo futbolístico cuando el campeón de Europa te está dando un baile al descanso, tras dar muestras de esa apatía que de repente le surge de forma intermitente. Y lamentablemente, hasta aquí es donde parte de la afición ha decidido mirar sin fijarse en lo demás.

Lo esperanzador

Balotelli ha forjado un fuerte lazo con la mayor parte de la afición Red con sus constantes muestras de apreciación, no solo en las redes sociales, sino también con hechos como por ejemplo, el más reciente, tomarse el tiempo de firmar un balón para un chico en medio de una sesión de entrenamiento extra que decidió tomar y tomarse una foto a la salida con él. Y aunque muchos dirán que esto poco importa en la cancha, los kopites estarán en desacuerdo, porque es en los más duros momentos que ha vivido Mario en el campo con la camiseta Red que la afición lo ha impulsado más. Ante el QPR tras fallar el gol a puerta vacía, y ante el Hull en una de las atajadas de otro planeta que se inventó el guardameta Tiger, fue cuando la canción de Mario Magnífico, Mario Fantástico resonó claro y fuerte en Loftus Road y Anfield para hacerle saber al atacante que no camina solo.

No pasa su mejor momento Balo, pero la afición no lo deja caminar solo
 Todo esto sin embargo no justifica la baja producción del italiano, pero solo basta mirar a la temporada pasada para encontrar el denominador común para la falta de poder ofensivo del Liverpool, aún en momentos cuando se contaba con un fuera de serie como Luis Suárez, el jugar con un solo punta. Fuese Suárez o Sturridge, el equipo producía menos cuando solo se jugaba con uno de estos, y al sustituir a ambos con delantero de características completamente distintas, no es sorpresa que al equipo le cueste tanto producir. Por más mentes creativas que se junten como Lallana, Sterling o Coutinho, sin referentes arriba todo el trabajo se complica. Y es allí cuando Balotelli constantemente se ve obligado a salir del área a buscar balones e intentar cosas que claramente no son su juego. 

La constante comparación con Luis Suárez se ha vuelto molesta. Como señala otro de los redactores de Esto Es Anfield, Jesús Ruiz (@jruiz8888): "Es anormal que esté fallando tanto, pero le falta confianza y tanta crítica le distrae; pese a eso trabaja aunque tenga ratos flojos. Suárez es calidad, talento, trabajo, fuerza, físico, inteligencia, esfuerzo, etc, un absoluto megacrack. Éste es talento, muchísimo, y del resto de vez en cuando, pero es bueno y hay que enchufarle."

No es secreto que con la entrada de Lambert ante el Hull se viese a un Mario más cerca del área, sin la necesidad de retrasarse tanto, y con un gran socio como lo fue Rickie los minutos que estuvo en cancha, recibiendo de espaldas y bajando balones, Sterling y Coutinho completando el diamante con Henderson y Gerrard, el equipo volvió a lo básico, a esa fórmula que los volvió casi indetenibles la pasada temporada, y que también se vio ante los Spurs cuando Balotelli jugó con Sturridge y el italiano estuvo también cerca de marcar.

Mario necesita un socio en ataque, y Rickie demostró que puede serlo.

 Aún hay esperanzas para Balotelli, y como ha advertido Didi Hamann, hay que saberlo llevar, porque un paso en falso y podríamos quedarnos con la peor faceta de Súper Mario, esa contra la que ha luchado desde que llegó a Merseyside. Con todos los factores antes mencionados se vio por algunos minutos a un buen Liverpool, parecido al que se espera una vez que vuelva Sturridge, con un Balotelli en el área creando peligro, y es que si no es porque lo mirado un tuerto el sábado, hubiese abierto su cuenta en Premier y con eso hubiese recibido finalmente por el que tanto espero Peter Crouch en su momento.


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